𝐁𝐋𝐎𝐖 | ¿Quién dijo que fue buena idea meter a dieciocho adolescentes, y no tan adolescentes, con las hormonas revolucionadas en una misma casa?
El Reality Show "HYBE HOUSE" se estrena con estos tres grupos, que si de por sí han subido los estánd...
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17 de Julio
Beomgyu se sintió peor que nunca cuando esas palabras salieron de la boca de Jiyu como un pequeño hilo a punto de quebrarse. Su voz sonaba débil, como si no tuviera ganas de estar haciendo aquello. Como si hablarlo con él fuera una pérdida de tiempo. Y aunque ya estaba todo perdido, a ella no quería perderla.
—No. —tragó saliva—. No lo creo, yo... lo siento. —fue su voz la que se quebró. El corazón de Jiyu dio un vuelco, pero se mantuvo fuerte. —¿Entonces, por qué lo dijiste? ¿Sabes lo mal que me sentí? —Lo siento —repitió—, mucho. Estaba celoso, enfadado tal vez, y lo dije sin pensar. —desvió la mirada de ella, totalmente avergonzado. Frunció los labios evitando llorar o que su expresión le delatara—. Perdóname. No me sentó bien que, de repente, lo nuestro se terminara de una manera tan repentina. —Beomgyu —lo llamó, haciendo que la mirara maravillado por un momento por la esperanza de que dijera algo que le devolviera la chispa a ambos—, acepto tus disculpas, pero tienes que entender que un simple acto sexual no significa que sienta algo por ti. Fue fantástico, pero no me gustas de ESA forma...
Beomgyu asintió lentamente reprimiendo las lágrimas que amenazaban con salir. Jiyu se acercó lentamente, dándole un pequeño abrazo que ilusionó al mayor por un momento. Él creía que haría algo más, pero, como ya le había dicho, ella no le quería de esa forma.
—¡Chicos! —los llamó Nari desde el salón, probablemente no solo a ellos, sino a todos los que no estaban ahí—. ¡Venid!
Jiyu y Beomgyu se aproximaron, Nari los miró de mala gana, cuestionando a Jiyu con la mirada.
—Hablemos un momento. —la segunda mayor de De Vil tomó el brazo de su chica con delicadeza, llevándosela lejos de un Beomgyu afligido que sabía perfectamente que estaba siendo juzgado por Nari, a ella también quería pedirle disculpas, en su nombre y en el de Yeonjun aunque no fuera suficiente. —¡Nari! —exclamó mientras se alejaban, lo miró curiosa—. Lo siento, lo siento por mí y por Yeonjun aunque sé que no vas a aceptar las disculpas, y menos aún las suyas... —Me lo pensaré por tu parte. Por la de él, te puedo asegurar que no.
Asintió un poco satisfecho y Nari y Jiyu entraron en la cocina, así, la menor le explicó a la tatuada lo que habían hablado y cómo pensó que era justo perdonarlo, ya que después de todo cualquier ser humano podía cometer errores y, además, ella lo confundió. No se sentía culpable, pero sí quería tratar de entender los sentimientos y el corazón roto del chico.
—Está bien. —cuando salieron, miró a Beomgyu, que seguía plantado en medio del salón jugando con sus dedos y nervioso. Así ella vio que estaba siendo sincero y se le encogió un poco el corazón—. Te perdono, pero no vuelvas a jugar con eso. —Gracias. —sonrió limpiando una lágrima más.
