Seduciendo Un Alfa |NamJin|

31: Promesa.

SeokJin se sintió totalmente confundido y abrumado en los tres días posteriores a su ruptura con NamJoon. Aunque el alfa le dijo entrelíneas que esto era necesario porque necesitaban romper con su arreglo para subir al siguiente escalón, él ni siquiera le había respondido un solo mensaje en esos días.

Era más que obvio que, a pesar de todo, NamJoon estaba molesto.

Pero SeokJin todavía era demasiado orgulloso para suplicarle que hablaran sobre lo sucedido, ya se había humillado a sí mismo escribiéndole algunos mensajes, así que decidió esperar pacientemente al sábado por la noche para volver a encontrarse cara a cara.

Afortunadamente, ya era sábado por la noche.

Él tomó un brillo labial de cereza y se pintó lentamente la boca. El brillo en sus labios le dio el último toque a su maquillaje para hacerlo ver perfecto. Por ello, no pudo evitar contemplar su reflejo en el espejo, y suspiró audiblemente ante su propia imagen.

Él realmente era bonito.

Esa noche tenía que dar una muy buena impresión en todos los aspectos. No solo porque iba a ver a NamJoon, y se estaba muriendo por impresionar al hombre, también se debía a que iban a venir familiares y muchas figuras políticas importantes; aunque la excusa de la fiesta era el cumpleaños de su padre, cosa que casi olvida por completo porque, en realidad, esta velada tenía otro motivo.

Ellos tenían que acallar los recientes rumores acerca de que estaban al borde de la bancarrota.

Eran solo pequeños rumores, por supuesto, pero si no hacían algo al respecto pronto podrían crecer y la verdad saldría a la luz. ¡Su familia sería el nuevo tema de comidilla en todos los portales de noticias! Por lo tanto, aun si no escatimaron en gastos para todos los preparativos, no iban a permitir que su imagen se viera arruinada por esos rumores maliciosos, que aunque eran ciertos, todavía eran demasiado exagerados.

SeokJin se olvidó de estos asuntos y decidió terminar de arreglarse; después de todo, era uno de los anfitriones y tenía que ir a saludar a los invitados. Se había puesto un conjunto tweed retro de saco y falda en color rosa pálido. Se veía sobrio y, al mismo tiempo, muy coqueto. Era perfecto para una fiesta informal como esa. Pero él se detuvo por un momento y miró en su joyero una de las gargantillas que el alfa le había regalado...

A NamJoon parecía gustarle ver pedrería en su cuello casi tanto como le gustaba verlo usar lencería. Él agarró el accesorio de diamantes y se lo puso sin pensarlo dos veces.

Un momento después, se palmeó la cara con exasperación, y se miró al espejo otra vez.

Él era un tonto.

—¿En qué clase de omega complaciente me he convertido...? —Se preguntó con horror. Pero se volvió a evaluar a sí mismo y se sintió más estúpido.

No solo fue la gargantilla...

En realidad, lo fue cada parte de su atuendo.

Él realmente eligió su outfit de esa noche pensando en Kim NamJoon. Incluso su ropa interior —que era caliente como el infierno— la eligió pensando en él. Pero, ¿cuándo se había dedicado tanto a su imagen para que un alfa lo contemple y le diera un par de elogios...?

¡Se sentía muy ridículo por hacer esa clase de cosas!

NamJoon se había ido esa tarde, solo había dejado un par de palabras al aire y no le había vuelto a llamar. El hombre ni siquiera le respondió los mensajes cuando SeokJin no pudo soportarlo más. Él realmente se mantuvo firme en hacerle la ley del hielo hasta el sábado. Pero Jin no sabía si el alfa lo estaba haciendo porque estaba enojado o únicamente para que pensara detenidamente en su relación y tomara una decisión adecuada. Sin embargo, dejando de lado su ridículo arreglo, SeokJin se preguntó qué más hizo que NamJoon se enojara de esa forma.