9: Un beso no debería ser tan bueno.

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—Puedo hacer un berrinche sí quiero —él omega rodó los ojos. Pero en sus labios había una pequeña sonrisa burlesca que a NamJoon no le gustó mirar—. ¿Qué harás al respecto? ¿Me pegarás unas nalgadas otra vez?

NamJoon lo miró fijamente.

Él realmente miró a Kim SeokJin esta vez.

NamJoon siempre se ha considerado a sí mismo como una persona prudente y calmada. Nunca ha sido el tipo de persona que pierde el control de sus estribos fácilmente. Pero ahora su mente parecía estar envuelta en un enredo de hilos de seda con olor a jazmín que no le permitían ser racional.

—Tal vez debería hacer eso —él respondió con un sentimiento de exasperación atípico de él—. Es lo que merece un mocoso malcriado e insolente como tú.

NamJoon no quiso decir esto.

Pero quería callar a este pequeño bastardo malcriado de alguna forma...

—¿Me acabas de llamar mocoso despectivamente? —SeokJin le preguntó con una pequeña mueca. NamJoon observó cómo sus labios, suaves y brillantes por el bálsamo labial, se abultaron en un puchero. Y algo dentro de él pareció enojarse más que antes.

NamJoon no ha tenido muchas obsesiones en su vida más allá de su amor por el arte contemporáneo, la música y los libros. Los placeres del sexo, o la compañía de alguien, siempre fueron algo secundario. No era un sentimentalista, tampoco un esclavo de su cuerpo. Por lo tanto, nunca ha tenido un libido alto.

Y cualquier problema personal, o dentro de su empresa, sabría cómo resolverlo inmediatamente sin crear revuelo en el proceso. Tampoco ha tenido escándalos que mancharon su reputación. Ni siquiera cuando terminó su compromiso con Kang Jooha.

El Kim NamJoon que era el CEO de un prestigioso conglomerado y el hijo perfecto de su familia siempre ha sido impecable en todos los sentidos de la palabra.

El Kim NamJoon de hace un mes atrás nunca se habría sentido ansioso solo por escuchar a un omega bonito escupir palabras insensatas e infantiles. Tampoco se habría sentido fastidiado por ver al mismo omega contonearse como un pavo real por el salón de la fiesta de aniversario de su empresa.

El NamJoon de hace un mes atrás estaba muy orgulloso de sí mismo por su autocontrol.

Pero el NamJoon de esa noche estaba decepcionado de sí mismo por lo poco tolerante que podía ser alrededor de Kim SeokJin.

Kim SeokJin, ese omega caprichoso e infantil, estaba sacando lentamente lo peor de él con cada uno de sus encuentros.

NamJoon nunca había conocido a alguien tan impetuoso como él. Y nunca debió aceptar jugar su juego.

—Haz lo que quieras —él dijo, pareciendo totalmente una persona irascible, pero no le importaba con tal de alejarse lo más rápido posible de SeokJin. Por primera vez, temía que su autocontrol no fuera suficiente—. No me voy a molestar contigo. Ni siquiera sé porque estoy perdiendo el tiempo siguiendo tu tonto juego de conquista.

Entonces, él se fue a otra parte sin escuchar una sola palabra más de parte del omega. Tratando por todos los medios de ignorar la presencia de Kim SeokJin por el resto de la noche. Pero la pequeña escena con él hizo que se sintiera de lo más irritable...

Mentirá.

Algo se burló de él en su mente. En realidad, desde que se encontró con Kim SeokJin unas horas atrás, antes de dar su discurso, se ha sentido jodidamente irritable. No era algo que vino con su pequeña discusión de hace un momento.

No, de hecho, desde que conoció a Kim SeokJin, no deja de sentirse de esa forma. Cada vez que pensaba en el omega estaba en una mezcla entre intranquilo y fascinado. Eso era molesto. Y no era algo que le gustaba sentir.

Seduciendo Un Alfa |NamJin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora