Seduciendo Un Alfa |NamJin|

39: El principio del fin.

SeokJin soltó un largo suspiro de placer y cerró los ojos. NamJoon se encontraba secando su cabello con una toalla suave. El aroma a vainilla de su shampoo y sus pocas sutiles feromonas llenaban la estancia con un agradable olor dulce. Eso le hizo sentir más a gusto que nunca mientras disfrutaba del tacto reconfortante de su prometido.

—¿Planeas cortar tu cabello? —el alfa le preguntó con curiosidad, deslizando sus dedos a través de los mechones húmedos.

SeokJin sonrió mientras sentía los hábiles dedos del hombre desenredando su cabello con delicadeza.

—No planeo cortarlo ahora —respondió tratando de levantar la mirada para ver a NamJoon a la cara, cosa que fue imposible, pues el alfa volvió a restregar su cabeza con la toalla—. De hecho, estoy pensando dejarlo crecer un poco más para nuestra boda. ¿No te gusta cómo se me ve?

NamJoon no le respondió de inmediato. Él hizo a un lado la toalla, acarició lentamente uno de sus mechones entre sus dedos y después lo puso detrás de su oreja.

—Te sienta bien —afirmó NamJoon con contemplación—. Hace que te veas provocativo.

—¿Provocativo...? —SeokJin repitió con voz ahogada por la diversión—. Estoy bastante sorprendido. La gente usualmente dice que me veo lindo o encantador.

NamJoon lo miró a los ojos con seriedad y después agarró sus muslos para incitar a SeokJin a envolver sus piernas en su cintura.

SeokJin, por su parte, encontró bastante divertida la situación. El alfa lo había retado cuando lo sentó sobre el lavabo, hace menos de diez minutos atrás, por rodear su cintura con sus piernas y provocarlo. Sin embargo, ahora era él quien estaba buscando que SeokJin lo hiciera otra vez.

—Te ves provocativo con el cabello mojado —NamJoon aclaró con suspicacia. Luego, sonrió levemente y pellizcó una de las mejillas de SeokJin hasta sacarle una mueca—. Cuando lo secas te ves adorable.

SeokJin se acarició la mejilla y lo miró con falso disgusto. Pero las palabras de NamJoon habían provocado ese habitual cosquilleo de felicidad en su pecho.

Se permitió disfrutar del beso que el alfa presionó en su mejilla enrojecida cuando estaba a punto de apartarse, en busca de la secadora de pelo, y no soltó a NamJoon hasta que le dio una efusiva mordida en el cuello. El alfa dejó escapar un resoplido y pellizcó su nariz antes de finalmente ir en busca de la secadora.

Recientemente, NamJoon se había tomado la tarea de secarle el pelo cada vez que se lavaba la cabeza en casa. Por supuesto, SeokJin había insistido en que esto no era necesario, sus estilistas iban a peinarlo adecuadamente una vez llegara al set de filmación, pero NamJoon estaba reacio a dejarlo andar por ahí con el cabello mojado, asegurando que podría coger un resfriado por eso. SeokJin terminó cediendo porque recordó lo irremediablemente sobreprotector y paranoico que el alfa se había vuelto desde su casi secuestro. Además, si era honesto consigo mismo, le encantaba que NamJoon le secara el cabello. Era el verdadero motivo por el cual se había estado duchando de pies a cabeza.

—Si las cosas salen bien, las filmaciones finalmente terminarán en dos semanas, ¿no es maravilloso? —informó, lleno de alegría, mientras esperaba que NamJoon encendiera la secadora—. Entonces, seré parcialmente libre otra vez. Podré descansar, comer mucho y organizar nuestra boda junto a mi madre y tu padre.

NamJoon se acercó con la secadora en la mano y empezó a secar su cabello con cuidado de no quemarlo.

—Me alegra escuchar eso. Has trabajado muy duro —NamJoon dijo con calma. Luego, admirando la dedicación y el esfuerzo de SeokJin, agregó—: Estoy orgulloso de ti.