30: Tres pruebas no son suficientes.

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Recientemente, Kim Taehyung escuchó uno que otro rumor de algunas fuentes aleatorias sobre la familia de Kim SeokJin. Tales chismes no eran verdaderamente significativos; después de todo, los rumores eran solo eso por una muy buena razón: no eran confiables. Siempre eran difundidos con la finalidad de dañar la credibilidad de alguien.

Pero los cuchicheos iban y venían, como el viento y la lluvia, trayendo consigo brisas fuertes y torrentes impetuosos. El rumor era la antesala de una noticia. Por lo tanto, nunca se sabía qué tan reales podrían llegar a ser, y como una persona quisquillosa y desconfiada, Taehyung no pudo evitar hacer sus propias conjugaciones e indagar un poco más acerca del tema, hasta que dio con algo interesante.

Este también era uno de los motivos por el cual se encontraba en el despacho de NamJoon en ese momento; naturalmente, la única razón por la que esos cuchicheos llamaron su atención se debía a que involucraban a su hyung.

Aunque por un momento dio por hecho que el alfa también estaba enterado de todo, al notar lo tranquilo que estuvo el hombre en ese último mes, empezó a creer que él quizás no estaba al pendiente de esta clase de chismes que fueron susurrados con bastante cautela por lo poco confiables que eran. De cualquier forma, era algo que al hombre le podría interesar saber, si uno tenía en cuenta su estrecha cercanía con SeokJin.

Y Taehyung quería decírselo a NamJoon.

Quería decirle todo lo que él sabía e intuía sobre esos rumores para escuchar su opinión al respecto. No obstante, incluso si ese día fue al despacho del alfa con esa intención, no se atrevió a decir una sola palabra hasta ese momento. No cuando su hyung parecía tan relajado y sin preocupaciones. Sin una sola gota de estrés encima.

El alfa parecía más feliz que nunca. Que era aún más extraño.

Taehyung pensó, con mucha ironía, que lo que sea que Kim SeokJin le estuviera dando todas las mañanas a NamJoon para mantenerlo así, de hecho, estaba funcionando más que bien.

Él tendría que pensar un poco más si esto realmente era algo que valía la pena mencionar o no. Lo que menos quería era arruinar algo en su relación o convertirse en un pájaro de mal agüero. Dejó escapar un resoplido y sacó un cigarrillo para llevárselo a la boca. Necesitaba fumar por un momento. Tal vez su mente se aclararía después de hacerlo...

—No fumes en mi despacho —NamJoon lo detuvo de repente—. No quiero que el humo se pegue a mi ropa.

Al escuchar sus palabras, Taehyung hizo una mueca y después dejó escapar una carcajada con incredulidad. El otro alfa ni siquiera levantó el rostro para mirarlo. Él estaba muy concentrado en contemplar algo en su portátil. Pero sus palabras fueron bastantes hilarantes.

—NamJoon-hyung, tú también fumas... —él le recordó al otro alfa con un poco de humor—. ¿O acaso has dejado de hacerlo?

Como no podía encender su cigarrillo en el despacho de NamJoon porque el hombre repentinamente no quería que el humo impregnara su ropa, Taehyung llevó el cilindro a su boca y lo mantuvo entre sus labios con un poco de diversión.

—Si lo estoy haciendo o no, en realidad, no es de tu incumbencia —NamJoon le respondió con mucha calma.

Taehyung enarcó una ceja sin poder creer del todo sus palabras. Era cierto que NamJoon estaba actuando más raro que nunca. No obstante, ya que tenía un buen olfato, pudo comprobar que, al menos ese día, no había ese típico olor a tabaco en el despacho del alfa.

—Bien —él aceptó—. No voy a fumar aquí.

Se encogió de hombros y solo mantuvo el cigarrillo entre sus labios. Aun así, NamJoon continuó sin tener la decencia de darle una sola mirada. Parecía que estaba bastante atareado con el trabajo; a pesar de ello, no estaba de malhumor o estresado. Su estado de ánimo continuaba tan ameno como la última vez que Taehyung lo vio hace una semana atrás. Sin embargo, después de pasar varios minutos en silencio, no pudo soportarlo más y decidió volver a hablar.

Seduciendo Un Alfa |NamJin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora