Es cierto que somos seres únicos, y es precisamente en nuestras diferencias donde reside nuestro poder. Desearía que pudiéramos elegir nuestros pensamientos y sentimientos como elegimos nuestro almuerzo diario o nuestro atuendo para una cita, pero l...
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Él estaba delante de mí, y yo no podía ser más feliz.
A veces creía que lo nuestro estaba diseñado para las pantallas del cine; nunca había pensado en un final, en mi mente se crearían miles de continuaciones, se podrían rodar series hasta con más de 20 temporadas... hasta el día que yo junto a él cerráramos los ojos ante el milagro de la vida.
Todo esto estaba bien, todo eso me sentaba bien, no me había puesto a pensar en que llegaría el día en el que él tomará otro rumbo en su vida, otro camino que lo alejará del mío.
Él ya no está, y está bien.
Que débiles resultamos cuando amamos tanto a alguien, a veces creo que nuestro cerebro funciona desde el día que nacemos hasta el día que nos enamoramos.
¿Cómo iba a creer que él estaría para siempre conmigo?
A veces me río, otras por el contrario creo que no solo fui tonto, si no estúpido por creer que esa historia que solo estaba siendo creada en mi mente llegaría lejos, pero no duro mucho... casi nada.
