Mañana en la luna

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Ayer lloré todo el día, quería liberarme de todo el dolor que estaba consumiéndome, sin embargo, no fue suficiente.

Estaba seguro de que había comenzado cuando encontré tu suéter en la alcoba, después los pensamientos, el sentimiento, dolor y llanto. Ese era el orden lógico para muchas personas, en mi caso era diferente en cuanto cogí tu suéter por mi mejilla inconscientemente empezaron a rodar algunas lágrimas, me hizo comprender que el dolor seguía ahí y quizá el sentimiento.

Estabas determinado a sacarme del frígido lugar en el que me encontraste que estaba representado por mamá, amigos e incluso yo mismo... paradójicamente me enseñaste de calor y me dejaste, de hecho, más lejos de lo que me encontraste.

El cuerpo que habitaba me era totalmente desconocido, quizá fueran los pensamientos que nunca habían acudido a mi mente y sí, el dolor, dolor que nunca sentí.

Hoy no puedo creer que ya no formes parte de mis días, que tus mensajes no saturen mi buzón, que tus audios no formen parte de mis melodías favoritas en WhatsApp... hoy las cosas sencillas se han vuelto para mí de un valor incalculable, tu sonrisa es un ejemplo claro.

Cogí tu suéter, lo presioné contra mi pecho con frenesí como si todavía quedaban ahí rastros de ti.

Mamá me descubrió, ya cansada de mis pesadillas por las noches, de mi falta de apetito, de mis llantos a mediodía y me quito el suéter de entre las manos.

Pero tu amor, tu amor jamás podrá quitármelo nadie.

Te amo papá, todavía existe la promesa de un MAÑANA EN LA LUNA.

TODO SOBRE TI (✔)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora