A menudo, somos nosotros mismos quienes nos colocamos vendas mejor cubiertas y más sujetas frente a nuestros ojos, más que lo que la sociedad intenta imponernos.
No podemos hablar de amor, no podemos juzgar lo que vemos en el espejo al colocarnos frente a él, porque en realidad no vemos.
No, no es que no queramos.
Sucede de manera natural.
Ni la presión, ni el dolor de las vendas en nuestra cabeza hará que caigan.
No podemos negar lo que no es visible ante nuestros ojos, pero aún así lo hacemos.
Y no, no podemos hablar de amor cuando no nos hemos amado a nosotros mismos.
¡Oh Dios, pero cuando las vendas caigan!
Cuando las vendas caigan, será el fin y el inicio.
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TODO SOBRE TI (✔)
RomantizmEs cierto que somos seres únicos, y es precisamente en nuestras diferencias donde reside nuestro poder. Desearía que pudiéramos elegir nuestros pensamientos y sentimientos como elegimos nuestro almuerzo diario o nuestro atuendo para una cita, pero l...