Es cierto que somos seres únicos, y es precisamente en nuestras diferencias donde reside nuestro poder. Desearía que pudiéramos elegir nuestros pensamientos y sentimientos como elegimos nuestro almuerzo diario o nuestro atuendo para una cita, pero l...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cuando se trata de ti, mi memoria es tan vívida y precisa. Cada sensación, cada escalofrío y cada miedo están grabados en mi mente. Si pudiera describir nuestros encuentros íntimos como "noches", no estaría siendo sincero. Fueron mañanas, tardes y, sobre todo, noches. Mis manos temblaban de deseo, mi cuerpo anhelaba fundirse con el tuyo sin ninguna barrera que nos separara. Mis labios ansiaban ser los que esperabas, aunque no supiera exactamente qué era lo que esperabas de mí. Mi rostro se hundía en la almohada, evitando que mis palabras expresaran lo que sentía con tu cercanía. Pero, ¿acaso mi cuerpo no te lo decía todo? El temblor de mis pies, el movimiento de mis caderas, la presión de mis manos; a veces en las sábanas, otras en tu espalda y en tu pecho. ¿No habían expresado incluso más de lo que mis labios podrían haber dicho? Sí, cuando se trata de ti, mi memoria es tan perfecta. Cada detalle de nuestros momentos juntos está grabado en mi mente de manera imborrable.
