Cap 06|"Dumbledor"

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—Tom, retira tus manos de la señorita.

—...

—Tom... Te espero junto con el Director Dippet, lo más pronto posible.

En contra de mí voluntad, lo seguí a una distancia prudencial hasta la oficina del Director Dippet. Casualmente, Slughorn y el Director de Hogwarts parecía estar en medio de una conversación grata, ambos se giraron sorprendidos, dirigieron miradas de curiosidad. Dumbledore me ordenó sentarme, de una forma que no podía negarme, e hice lo que me ordenó, en estás situaciones sabía guardar la calma era lo mejor, y evitar mostrar todo el enfado que sentía por dentro. Dumbledore saludo a ambos y pidió disculpas por haber cortado la comunicación entre ambos, Dippet respondió que no pasa nada, en cambio Slughorn no perdió tiempo y preguntó cuál era el motivo de mí presencia.

—Que bueno que lo preguntas, Horace —dijo Dumbledore—. El joven Riddle está aquí por haber incumplido con un reglamento. —expresó severidad en la voz.

Dippet y Slughorn se enderezaron en sus asientos cuando notaron de la severidad en el tono de Dumbledore.

—¡¿El joven Tom Riddle?! ¿Estás seguro Albus?, ¿eso es verdad joven Riddle? —Slughorn saltó incrédulo.

—Cálmate Horace, seguro que hay una explicación para lo ocurrido. Por favor profesor Dumbledore, cuéntenos lo sucedido —tranquilizó Dippet, y le cedió a Dumbledore la palabra.

El jefe de la Casa Gryffindor comenzó diciendo de la rivalidad que existe entre Gryffindor y Slytherin, mientras caminaba alrededor mío acechando como un depredador. Tuve la soberbia de mirarlo a los ojos mientras él continuaba la perorata pseudo-moralista, enfatizando cualidades como la honestidad y respeto mutuo. Irónico, porque su adora Casa no era exento de errar, sí es que vamos a hablar 'honestamente'. Slughorn arrugó el puente de la nariz porque aún no lograba comprender nada, Dippet tampoco había entendido del todo, el qué tenía qué ver conmigo todo este embrollo. La verdad es que yo tampoco, no sabía adónde Dumbledore quería llegar con esto, al principio pensé que me impondría un castigo, restarle puntos a Slytherin, pero nada de eso parecía conducir a lo que él quería llegar.

—El jóven Riddle ha inflingído las normas de moralidad; ha roto la regla que prohíbe acosar u hostigar a otros compañeros o compañeras, en este caso a un estudiante de Gryffindor; la señorita Dagworth-Granger. Al principio concideré restarle cincuenta puntos a Slytherin.

—¡Cincuenta puntos! ¡Eso es una exageración, Albus! —gritó el jefe de Slytherin. Me hubiera reído de no encontrarme en esta situación.

Dippet también se sobresaltó, pero lo ocultó su asombro tocándose su larga barba.

—Pero no lo hice Horace, tranquilizante —le respondió Dumbledore, minimizando por completo la magnitud de sus palabras—. También pensé en darle un castigo a Tom, pero eso no me concierne.

𝙇𝙊𝙑𝙀 𝙄𝙉 𝙋𝙎𝙔𝘾𝙃𝙊𝙎𝙄𝙎 | 𝐓𝐎𝐌𝐈𝐎𝐍𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora