εร℘εɕıศɭ | Tom Riddle

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Sus manos tocaron la suave tela verde con detalles plateados en formas de serpientes, es una bufanda hecha a mano con la elaboración más minuciosa y perfeccionista que haya visto. Lo admitía, es bastante hermoso y elegante.

Uno pensaría que Hermione sería la primera en darle su regalo de cumpleaños a Tom, después de todos ya eran novios, sin embargo las cosas no fueron así. Ella tenía tanto trabajo hoy que le fue imposible encontrarse con Tom y además hace unos minutos atrás terminó de realizar su regalo, que le tomó un mes entero para hacerlo, ya que ella quería que fuera lo más perfecto posible, se tomó su tiempo de aprender hacer una bufanda, entre esos tenía sus estudios y exámenes que dificulta su tiempo de confeccionar la bufanda, pero al menos le quedó muy lindo.

Se sentía avergonzada de darle su regalo casi ya a media noche, es que antes tuvo que hacerse cargo de la cena de año nuevo, luego se arreglo de forma decente. No es nada del otro mundo, solo se encargó de domar sus rizo salvajes, lo cual fue la parte más difícil, llevaba una hebilla dorada que sostenía una parte sus cabellos ya que este lo tenía suelto por hoy, lo más diferente es que llevaba un vestido verde, un tono parecido al color de Slytherin, solo que ella en vez de plateado lo combinó con dorado.

Tom la observó, y le agradaba verla en esos colores porque le sentaba muy al tono de piel de su novia.

—Sé lo que estás pensando —dijo Hermione con lentitud—, que me veo como una rana y soy una pésima novia —terminó diciendo al mismo tiempo que bajaba la mirada apenada.

Tom no le respondió inmediatamente, optó por colocar su regalo en la bolsa y lo dejó sobre el banco. Para él es muy gracioso como Hermione creía que él pensaba eso sobre ella. Así que se reía inevitablemente, esto hizo que Hermione levantará su mirada.

—Ay, quería Hermione, tus habilidades de leer los pensamientos ajenos están descompuestos ¿no? —se burló—. No te ves como una rana, tampoco eres pésima novia, casi, pero no lo eres —Tom le regaló sonrisa al final de sus palabras burlescas.

Hermione frunció el entrecejo, oh maldita sea, a ella le molestaba cuando él hacía eso. Así que ella lo empujó lejos de ella y lo miró enfadada. Tom sabía que ella reaccionaria de esa manera, lo hizo con la intención de enojarla un poco, le encantaba jugar con ella porque Hermione cambia de reacción muy rápido. Tom se encogió de hombros ante la reacción brusca de su novia, mas no le importó y la tomó entre sus brazos rodeando su cintura, la diferencia de altura era muy obvia por lo que se agachó hasta su oído y le susurro:

El verde se te ve demasiado bien, tan bien que me producen pensamientos bastantes imaginativos, ya sabes de lo que hablo... —El tono de voz de Tom era tan suave que se sentían como una caricia erizando su piel.

Hermione pasó de estar enojada a estar petrificada de la sorpresa, no podía negar que las palabras de Tom tiene un efecto poderoso en ella, ¿cómo es que la tenía así? Ellos apenas tenían casi una semana de novios, pero ella sentía que se movía por la voluntad de Tom, no podía controlar todo lo que ese chico causaba en ella.

Tom la abrazó por detrás y dejó su cabeza caer en el cuello de Hermione, le pidió que se quedarán ahí hasta recibir el año nuevo, pues solo faltaba menos de dos minutos para que fueran las doce de la noche. Y así estuvo la pareja mirando el espectáculo de año nuevo por el gran ventanal del castillo, solo ellos en una de las torres más altas con las mejores vistas de todo el cielo.

Hermione cerró los ojos y deseó un buen año para todos sus seres queridos, ella deseó que todos estuvieran bien. En cambio Tom, él pidió las respuestas a sus preguntas, que este año nuevo le diera esa solución que tanto anhelaba.

El deseo de ambos se cumpliría, pero a medias, y es que ninguno de los dos sabía que este año comenzarían a cambiar varias cosas.

—Feliz año nuevo Tom.

—Feliz año nuevo Hermione.

Se dieron un beso lento tratando de transmitir lo que en palabras sobraría decir, hasta que se separaron al recordar que debían volver en el gran comedor con los demás, no es como sí los estén buscando, la mayoría se estaban  felicitando.

Tom le pidió a Hermione que le colocara su bufanda y ella lo hizo gustosa, se fueron de la mano hasta llegar en el comedor donde cada uno se fue a sus respectivas mesas. Tal como lo imaginaba, el comedor de Hogwarts era el lugar con más felicidad en el castillo.

Por primera vez Tom disfrutaba estos días festivos y su cumpleaño, instintivamente volvió a acariciar su bufanda y sintió una rara sensación agradable. Se levantó de su asiento, por increíble que parezca se acercó a su grupo de amigos y les dijo "Feliz año nuevo, Caballeros"









¡Hey! ¡Feliz años nuevo para ustedes!

𝙇𝙊𝙑𝙀 𝙄𝙉 𝙋𝙎𝙔𝘾𝙃𝙊𝙎𝙄𝙎 | 𝐓𝐎𝐌𝐈𝐎𝐍𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora