George había sido el primero en llegar al gimnasio. Tenía menos de un mes y medio para demostrarles que podía ser parte del equipo y no solo un suplente.
Su vida era el voley. Toda su vida lo había sido. Su padre había sido un jugador excepcional, gracias a él su escuela, la misma en la que estaba George, había ganado las nacionales y desde ahí nunca más volvieron a ganar. Su padre tenía su mismo porte, pero era muy ágil. Un rematador excelente, y George no quería defraudarlo. Quería seguir el legado de su padre y realzar el poder de su equipo para que sue escuela nuevamente ganara las nacionales después de décadas.
Solo se escuchaba el golpe de la pelota contra la pared y su respiración agitada. Golpeaba la pelota con fuerza que ya empezaba a dejar de sentir la palma de su mano. Estaba tan molesto con la simple existencia de Dream. Quizás era malo tenerlo de enemigo, pero que fuera parte de su equipo era mucho peor. Seguía siendo su competencia y le estaba quitando todo por loque había estado luchando. Le molestaba que Dream tuviera su vida tan fácil. Sus padres nadaban en dinero, había ido a una de las mejores escuelas del país y seguramente también a las mejores academias de voley. Mientras que él se tenía que conformar en estar en esa escuela donde el voley era un deporte infravalorado y su atención era tan poca que estuvieron a nada de eliminarlos.
George escuchó un chirrido detrás suyo, siendo más exactos, aquel sonido provenía de la puerta del gimnasio. Dejó que la pelota rebotara contra la pared y cayera al piso. Mirando cansado hacia el piso y luego dio media vuelta viendo de quién se trataba. Era Ranboo llevando un cesto con varias pelotas nuevas.
Ranboo lo miró de reojo y siguió con lo suyo. Desde que había llegado ninguno de los dos había hablado con el otro. George lo siguió con la mirada y vio como dejaba el cesto en un rincón y sacaba una botella de agua en su mochila. Se acercó a él y se la dejó en el piso.
—De parte de Dream —le dijo Ranboo devolviéndose a la cesta con las pelotas nuevas y empezando a practicar.
George miró la botella y la examinó procurando que no estuviera envenenada o que tuviera algo raro, pero se veía normal como cualquier otra.
—¡Hi, babies! —entró Dream con toda la energía posible, saludándolos—. ¿Qué tal? ¿Te gustan mis pelotas? —le preguntó a George con tono travieso.
—¿Son tuyas?
—Es una donación por parte de mi padre, así que técnicamente son mías.
—Gracias, supongo.
—¿Has considerado la propuesta que te di hace unas semanas? De verdad pienso que serías un buen colocador.
—Y yo de verdad pienso que me agradarías más si cerraras la boca.
—¿Te agradaría más? Así que ya te agrado, ¿eh? Bueno, era de esperarse. Soy irresistible —Dream se relamió ligeramente los labios—. Vamos, Gogy. Colócala para mí. Al menos solo en las prácticas.
—¿Por qué haría eso?
—Porque somos un equipo ahora y nos tenemos que apoyar entre todos. Además, Fundy me avisó que estaba enfermo y probablemente falte toda la semana.
—No me importa. Es tu problema.
George siguió en lo suyo y Dream se echó a dormir una siesta en la colchonetas mientras esperaba que el resto del equipo llegara.
Wilbur y Tommy fueron los siguientes en llegar. Luego llegó Jschlatt y finalmente llegó Punz en compañía de Sapnap, ya que a este último le habían cancelado sus prácticas en la tarde y quería ver a sus amigos jugar.
—¿Estamos todos? —preguntó Wilbur.
—Falta Fundy —intervino George.
—Justamente de eso quería hablarles. Fundy va a faltar toda la semana, por lo que en su ausencia George va a reemplazarlo. Lo siento, Tommy, pero George tiene muchísima más experiencia.
—¿Yo? —dijo George tratando de mantenerse sereno—. Estoy seguro que Tommy es mucho mejor colocador que yo, y tampoco es como que tenga mucha experiencia. ¿Qué opinas, Tommy?
—Yo estoy de acuerdo con que reemplaces a Fundy. Yo solo me uní al club porque me dijeron que me iban a aprobar en educación física.
George miró a Dream y vio como este sonreía con total satisfacción y algo de maldad. Estaba seguro que él tenía algo que ver en eso. Seguramente le había dicho algo a Wilbur para convencerlo o se había encargado de que Fundy se enfermara.
Dream pasó su brazo sobre los hombros de mí y se agachó un poco para estar a su altura.
—Ahora somos tú y yo. Te prometo que seremos un gran dúo.
—Vamos a hacer dos equipos. Uno de cuatro y otro de tres. Ranboo, Dream y George van en uno y el resto viene conmigo. Solo es para practicar nuevas posiciones, así que no se preocupan si se equivocan.
Tommy fue el primero en sacar. El balón pasó al otro lado de la net, pero Ranboo lo bloqueó rápidamente. Mas no se iba a quedar así, Punz elevó el balón y se la pasó a Wilbur para que Jschlatt haga un remate directo.
Nuevamente sacó Tommy y Ranboo salvó el balón, George dio el segundo toque y se la pasó a Ranboo, y así hizo varias veces, haciendo que la participación de Dream en el equipo sea casi nula.
—¡George, a mí! —le gritaba Dream siendo ignorado cada vez que lo hacía.
Le encantaba ver cómo Dream perdía la paciencia poco a poco.
—¡George!
Y todo parecía ir perfecto hasta que Ranboo empezó a cansarse, ya no parecía que estaban jugando tres contra cuatro, ahora solo eran dos contra cuatro y ser el que más se movía en la cancha no era fácil. Empezaron a perder puntos, ya que muchas veces a Ranboo no le daba tiempo de saltar para rematar y el balón caía en su lado de la cancha dándoles el punto al equipo contrario.
Así fue como perdieron el primer set. Dream se sentó molesto en las butacas y empezó a tomar de su agua, aunque en realidad no estaba cansado.
El equipo de Wilbur se miraba muy animado. Habían mejorado bastante esas últimas semanas y se notaba en sus jugadas.
—¿Cuál es tu problema conmigo? —le preguntó Dream a George cuando este se acercó a tomar su botella—. ¿Qué es lo que odias de mí?
—Todo.
—Dame un ejemplo.
—Eres demasiado engreído y te crees el mejor, pero no lo eres. Crees que le agradas a todos, pero la verdad es que nadie te soporta. Y eres muy molesto.
—Está bien. Me odias y lo entiendo. ¿Pero puedes al menos fingir que me toleras cuando estamos jugando? Esto fue solo una práctica, pero si estuviéramos en un partido de verdad estoy seguro que te hubieran sacando al instante. Estás saboteando al equipo por tu estúpido odio hacia mí. No me importa que me odies, pero al menos juega bien, ¿no?
Dream se levantó de su asiento y se metió las manos al bolsillo antes de abandonar el gimnasio.
—¿Qué fue eso? —le preguntó Sapnap a George.
Se encogió de hombros.
—Se enojó por algo estúpido.
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My Enemy [Dreamnotfound]
Hayran KurguGeorge desde que pisó su escuela ha sido parte del equipo de voley. A pesar de no ser tan alto ni el mejor jugador del equipo, siempre ha dado lo mejor de sí. Todo se arruina cuando el director les dice que siempre cancelar el club de voley, pero e...