capitulo 25

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Narra Zola

— Nancy Liams, treinta y nueve, se queja de náuseas y mareos desde esta mañana doctora Almant— Sofía explica.

— y luego vómito, dos veces — su hija también dice, mirando a Teddy. La doctora escucha los latidos.

— está listo su electro?— pregunta.

— sale en este momento— respondo, esperando que el papel salga de la máquina. Una vez lo hace se lo entrego a Teddy.

— Tiene dolor en el pecho o adormecimiento en dedos o brazos?.

— No, porque? — la paciente pregunta preocupada.

— Nancy, los síntomas de un infarto, son muy diferentes en mujeres y suelen pasarse por alto. Aveces son como un dolor de estómago.

— está diciendo que...

— está sufriendo un infarto ahora— Sofía le informa sin mucho tacto.

— llamen al laboratorio de cateterismo— Teddy habla.

— Que pasará con mi hija, estamos solas.

— llamaremos a su esposo, le diremos lo que sucede y la doctora Sloan, se encargará de ella por el momento— Sofía levanta la vista rápidamente.

— No, espera

— Hay que ser sensible con los pacientes, cierto doctora Sloan?— Sofía suspira con fuerza — Cuida a Kelly, la doctora Shepherd te llamará cuando estemos listos. Además has trabajado muchas horas, no será bueno para tu bebé — Sofía voltea los ojos, algo que hace bastante a menudo últimamente.

— ¡Mami! — la pequeña llora intentando seguirnos, antes de ser detenida por Sofía — Quiero ir con ella.

— Si, lo sé. Ya somos dos— escucho a Sofía, y niego divertida.

— Doctora, no creo que sea una buena idea dejar a Sofía cuidando a esa niña— le digo a Teddy.

— Será madre en unos meses, le hago un favor, esto la preparará — sonrió ocultando mi risa.

Narra Sofía

— Tengo hambre— escucho la voz de la niña — Quiero a mi mami— ella estaba sentada en una silla en la recepción de enfermeras, mientras yo leía unos análisis.

— Espera a que termine y podremos ir a buscar algo para comer, ¿Si? — intento ser lo más suave y paciente posible. La escucho suspirar — Vamos? — pregunto unos minutos después. Ella asiente y le ofresco mi mano para que la tome. Entramos al ascensor para bajar al piso de la cafetería, siento que la niña tira de mi bata.

— Doctora — ella dice con su vocecita aguda, la miro esperando que diga algo — me dan miedo los ascensores — ella explica y yo suspiro. Kelly alza sus brazos esperando que la cargue.

— Bien, pero ten cuidado con mi estómago, ¿si?— ella asiente y la acomodo en mi cadera, ella ajusta sus brazos alrededor de mi cuello, y recuesta su cabeza en mi hombro — ¿Estás lista?— le pregunto, cuando un pequeño "si" sale de su boca presiono el botón y el ascensor comienza.

El ascensor se detiene y algunos doctores entran incluida Amelia.

— Hola, quien está niña?— pregunta colocándose a mi lado con una sonrisa.

— Es la hija de mi paciente— respondo.

— Y estás bien?— Amelia observa que ella me está sosteniendo y se ve algo tensa.

— Le dan miedo los ascensores, pero está bien, ¿Cierto Kelly?— ella asiente, Amelia sonríe por nuestra pequeña interacción — iremos a la cafetería, adiós doctora Shepherd— me despido cuando llegamos al piso. Amelia se despide. Colocó a la niña en el suelo y ella toma mi mano — Vamos a buscar algo para comer— entramos a la cafetería y consigo fideos con salsa para mí y puré con pollo para ella. Nos sentamos en una mesa.

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