[02]

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Katsuki llegó rápidamente al lugar, ya que al ser un Alfa puro logra convertirse en lobo y recorrer grandes distancias en menor tiempo.

Se encontraba ahí por recomendación de su amigo y porque su madre le prohibió la entrada hasta no traer a su pareja con él.

El lugar tenía su encanto.

Ahora entiende porque Kirishima decidió asentarse en el lugar para quedarse a vivir con su Omega y solo ir a su antiguo hogar en algunas ocasiones.

Omegas pasaban cerca de él, algunos siendo descarados y rozando su hombro buscando ser notados juntó a su olor.

Los aromas impregnados en los velos no pasaban desapercibidos a su lado Alfa. El cual se quejaba restregando su hocico contra el suelo, ya que ningún olor le parecía especial, eran demasiado común de encontrarlos en algo natural o demasiado empalagosos para que su nariz lo soportará.

No es la primera vez que pasa por el lugar, siempre que quiere visitar a su amigo viaja hasta el pueblo. La razón es porque prefiere decirle las cosas de frente antes que mandar una simple carta.

Sus visitas son espontáneas y por alguna razón terminan entrenando como cuando eran unos cachorros.

Está feliz por el pelos de mierda, finalmente encontró a alguien con quien compartir su vida.

—¡Hey! Bakugo hermano, no creí que vendrías tan pronto, te he extrañado viejo— Llama el pelirrojo acercándose a su encuentro en aquel puesto de artefactos de lujo.

Katsuki se había detenido a verlos con la esperanza de encontrar algo de agrado para su madre y que le comprará más tiempo.

—Puedes darle las gracias a la vieja bruja—Menciona a tono de broma el cenizo.

—¿Y ahora por qué?

Pregunta ya acostumbrado a los usuales desacuerdos entre ambos rubios.

—Necesita que asuma el cargó pronto— Resume sin ahondar en demasiadas explicaciones.

—Ah ya veo— Respondió brindándole una sonrisa desbordante de complicidad codeando a su amigo sabiendo bien a lo que se refiere —Bueno hermano esperó que tengas suerte encontrando a alguien que te aguanté.

»Si necesitas algún consejo para el cortejó no dudes en preguntarme—Sin quererlo suelta un suspiró soñador regresando su mirada con dirección a su hogar —, recuerdo cuando conocí a mi Omega.

—Si,si, lo se, su aroma te atrapó y no dudaste en retirar su velo. Ya conozco la tradición del lugar.

Ante la reacción de su amigo simplemente ríe, y decide continuar su conversación con otro tema.

—¿Qué harás más tardé?

—Solo vine a hacer unas compras. Tengo libré el resto del día.

—Genial, acompáñame voy a buscar una nueva espada con el herrero.

Ambos parten en busca del negoció del señor Torino. Eijiro empuja la puerta haciendo sonar las campanillas anunciándole a quién sea que se encuentre dentro que han llegado.

Rápidamente el joven Omega reconoce al pelirrojo, a quien saluda dejando de lado el escudó que estaba limpiando y se acerca a ellos.

El chico porta un inusual color a comparación de otros Omegas, Katsuki no recuerda haberlo visto antes, pero realmente no le interesa de cualquier forma solo está acompañando a su amigo.

—¡Hey Izuku!, ¿dónde está Torino?

—Bienvenido Kirishima-kun, Torino-san salió está mañana, pero logró terminar tu espada a tiempo. Ya voy por ella.

El cenizo deja a aquel par seguir en lo suyo, se interesó en los artículos que se encuentran adornando las paredes, dagas con grabados, lanzas, escudos y espadas.

No se percata en qué momento se acerca el Omega.

—Si, me permites dar mi recomendación. La espada es útil si buscas algo que no pesé demasiado, la empuñadura no presenta problemas para realizar movimientos rápidos.

Lo mira de reojo asintiendo levemente a la explicación, piensa que ninguna espada podrá estar a la altura de la que portaba antes pero podría intentar practicar con otra arma. Mientras que el más bajo vuelve a hablarle.

—Por cierto mi nombre es Izuku Midoriya. Si necesitas que te muestre algún artículo de nuestra colección no dudes en decírmelo— Finaliza y lo ve alejarse para encontrarse con su compañero que acaba de llegar.

—Todo listo Kats, ¿encontraste algo para ti?— El cenizo voltea en su dirección y asiente tomando una daga para inspeccionarla—. Oh, esa daga es nueva.

—Si, solo llevare esto. No se necesita mucho para derrotarte.

—No te dejaré ganar tan fácil, he estado practicando desde la última vez que nos vimos.

El par de Alfas se acercan al joven rubio que se encontraba atendiendo el lugar, el chico Omega parece ser que terminó su turno ya que no lo vieron por el lugar.

Pagaron por sus armas y se retiraron, caminaban por las calles discutiendo por que harían primero.

Se detuvieron al escuchar a lo lejos como llamaban a uno de ellos.

—¡Eijiro!

—Sato— Responde acercándose al chico que respiraba pesadamente —. ¿Qué sucede?

—Es Yuuga. Tu Omega entró en celo.

El pelirrojo no sabía como reaccionar, quedó paralizado ante lo dicho por el castaño, volteó a ver a Katsuki.

El cenizo solo le da un golpe en su cabeza, para que reaccione.

—Ya lárgate, tu Omega te necesita. Nos vemos luego.

Una vez que ve a Kirishima partir, él decide recorrer un rato la ciudad antes de ir a la posada del viejo Aizawa. No porque realmente necesite un lugar donde quedarse, sino porque no quiere cargar con sus cosas todo el rato.

Si no llevara su mochila con provisiones, tranquilamente podría haber dormido en el bosque.

Gira en una esquina y después de unos cuantos pasos choca con un Omega que le parece familiar.

Su alfa aspira el aroma con algo de curiosidad. El simplemente posa una mueca de disgusto, otro estúpido Omega que solo busca su atención.

—Maldita sea, Deku apártate.


Notas de la autora:

Solo como aviso los capítulos serán algo cortos y no prometo actualizar pronto

Gracias por leer <3

Detrás Del Velo [BakuDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora