Lo que nunca dije

31. Para Ana

04/Junio/2022

Eh estado pensando mucho en lo que sucedió el 12 de Agosto.
En qué hubiera pasado si hubiera funcionado.
En los que me rodean y en las vidas de las personas importantes para mí, como lo eres tú.

Estoy en una batalla constante conmigo misma. Una parte de mí me promete que eso jamás pasará de nuevo, que todo va a mejorar.
Mientras que mi otra mitad está asustada, aterrada por mí mayor miedo: vivir siempre sintiéndome y pensando así.

Es por eso que la única solución que encuentro es paz, la paz absoluta. Terminar con todo, sin más rodeos.

En este momento estoy tan confundida, no sé si quiero quedarme y desgastarme arreglando todo, aunque sepa que el problema es que no sé cómo arreglarlo, y por eso estoy yéndome por la otra opción.

En caso de que algo suceda, quiero pedirte que hagas notar la carta que planeaba darle a madre, está en el cajón izquierdo del escritorio que se encuentra en mi habitación.
Y que hagas valer mi nombre, que defiendas el hecho de lo que aguanté, que no fue solo por cobardía, que sí hice el esfuerzo, y que di lo mejor de mí.

No sé cómo expresar lo mucho que te aprecio pero por ti puedo intentarlo. Estoy agradecida de todo, de haberte conocido, de tus acciones, de tu presencia.
Eres muy importante, eres increíble, y la razón de ello es que eres simplemente tú. Y eso te hace tan especial.
No te rindas nunca, no sigas mis pasos.
Vive todo por mí, vive todo lo que soñamos que viviríamos juntas.

Eres muy fuerte, ¿sabes?

No te olvides nunca de mí, yo no lo haré, y eso lo digo por si el destino decide que separemos rumbos.

Renuncio.
Renunció a todo con tal de vivir en paz, con tal de vivir feliz. Renuncio a mis metas. Renunció a mis sueños. Renuncio a mis esperanzas, a mis amistades, a mi hogar.
Renuncio a todo, excepto a los recuerdos contigo.
Eres lo que me motiva, sigo aquí por ti.

Quiero que sepas que la mayoría de las veces eres mi primer y último pensamiento de la semana.
Eres parte de mi felicidad por mil motivos y cada día me regalas uno nuevo.
Me das ganas de vivir, de reír, de mejorar en todos los aspectos, de incluso bailar.
Sé que siempre estarás ahí para mí como yo para ti, aunque talvez no siempre físicamente.

Estuviste para mí desde el principio y sé que nunca me fallarías.

Me gusta que me conoces tanto que no tengo que decirte que estoy triste o feliz. Tú siempre sabes cómo me siento con el simple hecho de escuchar mi voz o ver mi mirada.

Me encanta que me cuentes tu día.

Eres de los pocas personas que no teme llevarme la contraria.

Gracias por todos los detalles que tienes día con día, son muy valiosos para mí.
Sé que fuimos hechas para apoyarnos mutuamente y prometo que daré todo para que siempre siga siendo así.

No sé si esto es una declaración o una despedida. Pero en caso de que sea demasiado tarde: No me arrepiento de que haya terminado así. No me arrepiento de nada y mucho menos de haber vivido parte de mi vida contigo.