Epílogo

12 1 0
                                    

Voy a empezar revelando que durante el proceso de esto, pensé muchas veces en no publicarlo. Y es que guardar tanto durante tres años y después contarlo a personas —las cuales probablemente ni siquiera conocen mi nombre—, no es algo fácil de hacer.

Durante estos tres meses de trabajar en este tan personal proyecto, ideas como "Talvez debería borrarlo" pasaron incontables veces por mi cabeza.

Por una parte, no quería mostrar este lado de mi vida, no quería traer algo triste a la gente. Pero por otra, la fantasía de por fin poder contar todo lo que nunca dije, me hacía sentir un alivio inexplicable.

Definitivamente preferiría darles una historia con un final feliz, pero la realidad es que el mundo no es así. Si siempre se cuentan finales felices, entonces ¿qué hay con la realidad? ¿Seguiremos evadiéndola?

Me gustaría que este libro hubiese terminado con un cambio de perspectiva, con una manera mejor de ver la vida y lo que conlleva el respirar cada día.

Me gustaría que este libro hubiese terminado con un escrito lleno de alegría y felicidad. Pero no puedo cambiar el final. Aunque quisiera que hubiera terminado diferente.

Realmente deseo algún día volver para contar cómo es que salí de esto, para ayudar a los demás que viven en el infierno de su propia mente.

Y para terminar, quiero decirte a ti, persona que estás pasando por un mal momento, que eres realmente fuerte. Que sé que te esfuerzas todos los días para poder levantarte de la cama y tener ganas de vivir un día más, aunque la mayoría de veces no aparezcan los ánimos.
Que sé que te cuesta hablar de lo que está pasando contigo, porque ni siquiera tú lo entiendes. Pero está completamente bien, porque no tienes que tener una razón para sentirte como te sientes. Así que es totalmente válido.
Que sé que te esfuerzas por volver a ser como antes y que darías lo que fuera para disfrutar todo como solías hacerlo.
Y que aunque los demás no lo noten, te esfuerzas por que este sentimiento se ahogue sin que te hunda junto con él.
No dejes que tu esperanza se apague.
Cada esfuerzo, cada lágrima, cada colapso es un paso más para salir de esto, y no queda en nadie más que en ti mismos. Y suena aterrador, "mi salud mental depende de mí", pero así son las cosas, así que no te rindas ahora. Entre más te cueste, más grande será el triunfo.

Y si te sirve de algo: lo estás haciendo bien.

Lo que nunca dijeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora