La primera vez que fui al despacho de la directora no tuve que caminar; esta chasqueó los dedos y aparecimos en la habitación.
Es en el lugar más alto en toda la torre; es oscuro, frío y sin vida. Los pasillos son extensos con piso de piedra gastada, las paredes llevan, igual que el túnel de la entrada, candelabros debajo de retratos de personas desconocidas; no hay ventanas ni luz natural. Caminamos por un corredor que terminaba en dos grandes puertas de madrea de arce. Entré; todo semejaba como la primera vez, sólo que ahora la directora estaba en su asiento atendida por dos doncellas jóvenes que le pintaban las uñas y le arreglaban el cabello añoso y blanco.
-Pasa querida, no te haré nada-. Tomó una bolsa que había en el cajón derecho de su escritorio hecho en marfil.
No le presté atención a lo que hacía y me fui a sentar en un sillón negro frente a un piano de cola.
-Señora directora, le comunicaré los actos incorrectos de cada demonio; también los de los ángeles, ya que su representante mucha atención no tuvo.
-Jazmín, querida, yo no tuve acto alguno que registrar; ya que todos son ángeles-apareció Evan desde el balcón.
-¿Y qué dices de tu grupo de hembras desesperadas persiguiéndote?; eso no es de un ser muy elevado- agrego mientras comienzo a interpretar la marcha turca de Mozart.
-Me aman, y amar no es un pecado, es una bendición-, explicó. Se sentó en otra butaca y empezó a husmear cada partitura con una mueca de desagrado en su rostro-¿qué es lo que te impresiona de la música?
-Si pero uno de los diez mandamientos dice:"No cometerás adulterio", y, hasta donde me enseñaron, lo que tú haces es obsceno y carece de recato o pudor- terminé de tocar la pieza y James buscaba en el diccionario que encontró, en una de las estanterías, palabras para tratar de contradecirme; o el significado de las que nombre-. Esas chiquillas no tenían recato, pudor o vergüenza alguna. Por cierto, ¿tú eres un ángel no?- asiente- entonces deberías saber el significado de la música y lo hermoso de esta, ya que la música representa a dios- me levanté y me dirigí a la directora- Margaret aquí lo tiene- le entrego el cuaderno donde están anotados todos los nombres y ella al revisarlo se lo entrega a una de las jóvenes que le atendían, susurro algo y la joven después de inclinarse en despedida salió.
Me doy vuelta dirigiéndome; como la última vez, al balcón para saltar.
Giro y encaro a Evan:- Amar es una bendición, pero no es fornicar cuando uno guste; el amor fue hecho para que uno se sienta acompañado, y la peor maldición que uno puede sufrir es no ser correspondido por otro par, pero como dices ser, tu eres la personificación del amor-le dije a Evan con superioridad cambiando de tema segundos antes de saltar.
Caí, pero no es el pasto lo que pisé, es suelo, miré el paisaje y había mucha gente, humana, moviéndose cual robot de cuento decorando un salón de fiestas en el cuál se encuentran mesas con manteles de color perla: una vela grande, aromática y sin prender las decora; han puesto un escenario y una gran barra de hierro pulido en medio para la división de las castas. Mi padre se encontraba en medio del salón improvisado junto con dos guardias, me quise dirigir a este pero sus guardias me escoltaron.
-¡Por segunda y última vez Jazmín, debes dejar de hablar con él!- me grito al llegar sin saludarme. Sus ojos echaban chispas, literalmente, y se le despeinaba el pelo todo el tiempo; no sabía cuál era su problema- dime ahora cuál es tu escusa.
-Dijo algo muy incorrecto y le refuté su respuesta.- me desenganche del guardia que sostenía mi antebrazo-. ¡No sé qué problema tienes!
-No me hable así señorita mimada-. Me señala.
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Blue Rose
RomanceEn un lugar donde las dos castas se unen, existe una profecía predicha hace años de la cual casi nadie sabe. Solo hay una persona que puede ayudarlo. Solo su alma gemela podrá salvarla. Cuando los ejércitos ya sean de luz u oscuridad estén listos...