Capítulo 8

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Cierro la puerta de roble pintado en azul y me quedo quieta, y lo único en lo que puedo pensar es que todo pasó muy pronto.

Primero aparece mi madre mágicamente sin importarle si yo estaba a gusto con ello o no. Segundo: Nathan y yo seremos pareja, aunque esto lo sepa desde mi niñez ya que mi papá en las cenas me hacía sentarme junto a Nathan, salir a jugar solamente con él y que cuando pasemos, como una supuesta familia normal a ver televisión, nos sentaba en un mismo sillón.

Inconscientemente empiezo a dirigirme a mi mejor amigo, el violín, puede que no esté vivo, ni que hable pero no te dicta normas, no te da clase de compostura y no te critica por dar tu opinión; lo tomo en mis manos y al instante busco la partitura que tanto ansío escuchar, me paro en medio de la extensa y blanca habitación, coloco mi barbilla en la barbada, los hombros para atrás, derecha, los pies en una posición recta a mis hombros, tomo el arco en mi mano y lo pongo encima de las cuatro tensas cuerdas y empiezo a tocar "Antonio Vivaldi - "Summer" from four seasons" mi atención está puesta en la música y por un momento desapareció el temor de mi nueva madre en mi hogar, mi padre desesperado por juntarnos a Nathan y a mí, la muerte inesperada de Thalía, y la amenaza de Evan molestándome en cada momento. No quedó nada más que una nota perfecta tras otra formando una sinfonía para escuchar todo momento y lego dejé que llegara a su inevitable final.

Al abrir los ojos esta Evelin mirándome desde el marco de la puerta con una sonrisa amorosa y con un brillo verdadero en sus ojos que no se podría falsificar ni por el mejor.

-¿Qué deseas?- inquiero y Evelin comienza a caminar en mi dirección sin bajar la vista aunque la mire de la forma que mi padre mira a quienes infringen las leyes de sus dominios.

-Que bien tocas, ojalá yo supiera hacerlo-, suspira y niega con la cabeza- ¿me acompañas al jardín? Tenemos que hablar- señala con su cabeza la entrada.

Caminamos hacia el jardín, que en realidad es un bosque bien cuidado lleno de luciérnagas iluminando débilmente el espacioso lugar mostrando a lo lejos sombras de árboles en movimiento.

Antes de llegar tomo en mis manos un candelabro de tres velas color miel.

Empezamos a caminar con la luz de las velas en un silencio cómodo hasta que Evelin lo culmina.

-Se lo que sientes en este momento- me mira y ríe gracias a la expresión de incredulidad plasmada en mi rostro -.Sí, mi madre, tu abuela, era una mujer obstinada recatada y fría, no tengo ningún recuerdo cariñoso de ella hacia mí.

elite de la más alta sociedad.

<< pero al morir mi amigo entro en una depresión que casi la mata pero cuando conocí a tu padre volvió a sus costumbres anteriores de criticar a gente. Ella lo amaba porque la volvió rica. Pero al morir no sufrió tanto.

<< Aunque más tarde quiso tener más y más cosas por lo que volvió a sus manías de conseguirme un esposo a toda costa.- Frena un momento en su monologo para girarse y caminar de vuelta al palacio y la sigo- si tienes alguna pregunta recuerda que soy tu madre.

El caso de la muerte de Thalía no se resolvió y al pasar las semanas y la obvia necesidad de que continúe el curso escolar por lo que estoy en la habitación del instituto mirando por la ventana como los estudiantes bajas de las carrozas o de sus caballos. Durante estas últimas semanas he estado escapándome de mi padre, hablando cada rato con mi madre y hablando poco y nada con Nathan. A Ethan no lo he visto salvo en las cenas y cuando hemos vuelto. Se ven a los estudiantes reuniéndose con sus estudiantes.

Al estar aburrida me voy del cuarto a caminar, empiezo a bajar los escalones que tantas veces he bajado cuando se escuchan ruidos por debajo, no quiero alarmarme pero al no tener un guardia cerca porque lo he pedido específicamente, bajo rápidamente tomando de mi vestido. Me dirijo a la parte inferior de las escaleras cuando me encuentro a Evan y a una mujer de su sequito besándose fogosamente pegados a la pared.

Blue RoseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora