Capítulo 13

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-Aquí tienes tu abrigo, no quiero que te enfermes ni nada por el estilo-. La madre de Evan me entrega la chaqueta negra que se ajusta a mi cuerpo, es una suerte que no tenga puesto el corsé.

-Si señora- ella sonríe y me abraza, cuando me suelto miro a Evan y a Miguel que me miran sonriendo-nos vemos luego-.

-Sí, mañana llegan los resultados del análisis de sangre-. Miguel, quien hablo, me mira esperando respuesta pero lo miro confundida.

-De Thalía- me dice en un susurro casi inaudible que llega hasta mis oídos-.

-Claro, Gracias- Miguel inesperadamente me abraza y estoy estática; al finalizar el abrazo Evan se me acerca- Evan nos vemos en el almuerzo, hablaré con Nathan para que te deje entrar, tenemos de que hablar-.

-Claro flor, con gusto- cuando le miro mal su sonrisa se ensancha más.

Me doy vuelta, abro la puerta y el frío de los pasillos sin calefacción me abraza, cierro la puerta y Nathan se posiciona a mi izquierda mientras mi padre a la derecha; sorprendiéndome. Empiezo a caminar en dirección a mi cuarto aferrándome más a la chaqueta gracias al frío del invierno. Para cuando estoy en mi cuarto las puertas con un chasquido de los dedos de Nathan la puerta se abre y la luz de la chimenea ilumina a un Ethan recostado en mi cama, desarmándola. Entro primera y Odette se posiciona frente a mí y la alzo respondiendo al reclamo que sus maullidos recitan; después de mí entran mi padre y Nathan, cuando ven a Ethan dicen: -¿Qué haces tú aquí?-

-Nada en especial, solo vengo a ver a una amiga que hace un mes no veo, pero veo que está ocupada por lo que me voy- dice Ethan dejando el libro que en sus manos hace un momento estaba, en la mesa al lado de mi cama para que su segundo movimiento sea levantarse y encaminarse a la entrada.

-No, tú te quedas tengo una pregunta que hacerle a mi padre y de paso si no lo sabías es por tu bien- miro a Nathan sacándome la chaqueta dejándola junto al fuego; miro a mi padre que me mira dudoso-. ¿Por qué no me habías dicho que los resultados de la prueba de sangre de Thalía ya estaban por llegar?- Papá con inseguridad y asombro me mira esperando que continúe- Miguel me lo ha dicho ¿Cuándo esperabas hacerlo? ¿Cuándo ya se tenga un culpable a quién mandar a matar?-

-No sé qué decirte, ya tienes muchos temas en la mente: los preparativos de la boda, la profecía, las clases con Evan y estar aguantándolo; no te quería agregar uno más-.

-Ja, no te creo nada, si para esto me has estado educando, criando, protegiendo y dándome pruebas una vez al mes para que lo afronte- enumero con la mano- y podría seguir pero los dedos de la mano, los pies ni los del mundo serían capaces de contar en cuantas pruebas y situaciones me has puesto ¡Una más no me mataría!- digo más fuerte- y con la situación de los preparativos de boda Nathan parece más entusiasmado-.

Mi papá no me responde, solo se queda quieto para luego cambiar de tema.

-Ya es tarde es hora de dormir, solo te venía a decir que la boda, como lo dije en la reunión, se ha adelantado, es en dos días por lo que tus clases con Evan se han frenado para ir a hacerte todas las pruebas necesarias. Al decir esto me marcho, que duermas bien-. Se va sin saludar.

-Váyanse; ahora, tengo que pensar- la cabeza me empieza a doler cada vez más y me la masajeo- por favor-.

Al decir esto se van dejándome la habitación sola, sin contar a Odette que ya está durmiendo.

Esta vez decidimos reunirnos en mi habitación para abrir el sobre de papel madera que tiene en su interior el resultado de la prueba de sangre.

-Si dudan tanto lo abro yo- digo al ver que nadie se acerca al escritorio donde está el sobre, en mis manos lo tomo y con un refinado y delicado abre-cartas al lado del sobre lo abre rompiendo el papel haciendo un ruido extraño, saco las muchas hojas en su interior y comienzo a leer lo que, durante cada palabra se hacía más confuso.

-¿Qué dice?- Miguel inquiere.

-Es de ella- digo en un susurro-.Pero si es imposible-.

-Cuál de las dos- dice mi padre

-La de ella no tiene nada extraño y la de la copa, es de ella- respondo- Papá, ¿quiénes son los padres de Thalía?-

-El padre es Jonathan, un primer general de nuestro ejército y su madre una humana.

-Bueno en uno de los casos estás equivocado, ella tiene en sus venas sangre de demonio y sangre de ángel, su ADN es una perfecta combinación de ambas rasas con parte demoníaca dominante-.

-Está prohibido tal infamia- dice Miguel-, las rasas se han mesclado y eso está terminantemente prohibido.

-Bueno querido Miguel una de tus ángeles te ha desobedecido- dice burlón mi padre.

-Entonces uno de los tuyos también- Miguel ha callado a mi padre.

El cuarto vestido que me he probado hoy no me gusta para nada, es apretado en todos los lugares posibles y el color rojo característico de las bodas demoníacas es brillante y fosforescente. Al negar con la cabeza Natasha, Anastasia y Elena expiran y niegan ellas también. Para luego tenderme el quinto y último vestido del día- uno rojo de corte imperio con un dobladillo en las mangas llenas de encaje que terminan en medio del brazo, simple con solo brillos al pie de la falda, el velo que es de varios metros de largo es negro con jazmines de pedrería esparcidos sin orden.

-Este si me gusta- al decir esto Anastasia se descontrola gritando de alegría-. ¿Qué es lo siguiente?

-La decoración ya está puesta en el castillo de tu padre, las flores están ya encargadas y llegarán ese día junto con el pastel y la comida. Estás libre- dice Elena con una lista en mano tildando las cosas ya hechas.

-Gracias, pueden irse- se van luego de una referencia pero no tengo tiempo ni de moverme porque unas manos fuertes me sujetan de mi cintura moviéndome de lugar haciendo que mis pies dejen de tocar la plataforma para tocar suelo firme; al instante me doy vuelta. Y frente mío está Evan con su típico traje blanco y sonrisa burlona. Estoy empezando a extrañar el comportamiento que tiene frente a su madre.

-Hola, has faltado al almuerzo- dice.

-No tenía tiempo, adelantaron mi boda para mañana-.

-Gracias por avisar, pero te venía a traer un pequeño objeto que puede que te guste, es un regalo de boda, para que estrenes mañana-. Me estrega en mis manos un pequeño objeto rectangular suave al tacto una caja que abro al instante y en ella está una pulsera-anillo árabe plateada con una pequeña decoración muy llamativa, un jazmín en medio- es una muestra de agradecimiento por las clases de piano.

-Gracias.

Blue RoseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora