Capítulo 4

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A la mañana siguiente las doncellas, como anteriormente habían hecho, movieron las cortinas para que los rayos del sol entren; luego de ello quisieron despertarme, pero no pudieron ni acercárseme; rápidamente reaparecieron en los extremos de mi alcoba; se levantaron y se acercaron cuidadosamente, se detuvieron unos pasos lejos de mí.

-Señorita, es tiempo de levantarse- bajaron la cabeza y con un susurro continuaron como una máquina- no podremos acercarnos pero le dejaremos todo preparado en la mesada del baño.

Se fueron y me levante, al tocar mis pies el piso este se encontraba helado, me coloque la bata de seda morada, deshice la trenza que mágicamente apareció. Ya que no me la hice la noche anterior.

Unos minutos después las doncellas aparecieron; hicieron una reverencia y se fueron sin hacer ruido.

Al llegar al baño en la mesada de granito duro se encontraba un vestido de corte grecorromano con un solo hombro color malva; unas sandalias negras del estilo que se ata en toda la pierna, hasta la rodilla, por una serpiente dorada.

Me bañe durante veinte minutos y me cambie. El pelo lo deje suelto y me puse un collar que pertenecía a mi madre, un hilo de oro con una rosa pequeña negra de obsidiana pulida. Este collar se lo regalo mi padre cuando se conocieron, o eso es lo que me contó el. Nunca he visto a mi madre y si la he visto no me acuerdo la última vez que la vi debía tener uno o dos meses de vida.

Mi padre me contó que nací antes de tiempo a los 5 meses de embarazo mi madre entro en labor de parto y estuvo en el hospital por alrededor de una semana hasta que nací. Estuve en la incubadora por un mes con cables, tubos, sangre. Aún no estaba lo suficientemente desarrollada.

Mi padre se hacía pasar por un empresario famoso y acompaño a mi madre y a mí durante todo ese tiempo. Mi padre como quería que fuera su "heredera" por lo que, junto a Nathan, armaron mi muerte. Sé que mi madre lo sufrió mucho y diecisiete años después lo está superando. Está embarazada otra vez, pero de otro hombre.

Mi padre también actuó su muerte cuatro años después en un accidente de tráfico.

El junto a Nathan, y Kelly, mi nana, me enseñaron y educaron. Junto a ellos aprendí Francés antiguo; Ruso; latín; y muchos otros idiomas que hablo con fluidez, aprendí a tocar piano; violín; arpa; chelo y lira. He leído todo tipo de libros, desde J.K Rowling hasta el propio Aristóteles.

Voy hacia el placar donde al fondo de todos los vestidos elegantes hay una caja rústica con una I y una T de Isabel Tarantino, mi madre, de ahí dentro saco una corona de violetas y malvas petrificadas. Me la pongo y bajo a clases junto a mis guardaespaldas, pero se colocan más lejos. Por miedo a ser golpeados.

-Nathan...- llamo al nombrado y se me acerca.- Por favor llama a todos los demonios, sean mujeres u hombres; y llévalos a las tres de la tarde al salón del trono,- mientras bajábamos los escalones Nathan asentía- habla con los cocineros para que hagan aperitivos de pescado, diles que iré a revisarlos al terminar de hablar con la directora- me mira con curiosidad.

-¿Jazmín, para que querrás llamarlos?, ahí se encontrara Ethan.-

-Nathan, sabes que tengo que hacerlo y por favor has que Ethan esté cerca mío- me mira atónito- sí, creo que tendrá una sorpresa si se acerca a tocarme un solo pelo- sonrío maliciosamente.-

-Eres mala.-

-Exacto- río con educación y llegamos al salón de clases. Ahora tengo "encantos y hechizos".

Entro al salón y todos están ubicados en sus asientos me miran y vuelven a mirar al frente.

Yo era la profesora, de todos los demonios que pudieron contratar para serlo prefirieron que yo sea ya que mi padre me enseño muy bien.

Blue RoseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora