Décimo quinto capítulo

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Aurel hizo todo lo posible por estar callado y quieto para escuchar todo lo que Stefan y Bárbara fueran a decir.

—Antes que nada quiero saber todo lo que sabe acerca de los Andley —exigió Stefan muy serio. Bárbara solo sonrió y no dijo ninguna palabra y por eso Stefan tuvo que hablarle otra vez—: ¡Ahora!

La sonrisa burlona de Bárbara no sé fue ni se asustó por el grito de Stefan.

—William no acepta a los hijos de su hijo porque no tiene la certeza de que ellos son sus nietos o sus bisnietos —habló Bárbara y Stefan puso mucha atención a lo que la mujer le estaba contando, quizás y había alguna información que no sabía de los Andley—. Y eso es porque la mujer de Albert, se metió con el tío y el sobrino.

—Ninguno de los miembros de esa familia estuvo de acuerdo con el casamiento de Albert, Alistar y Archivald, porque Karen es una artista, Patricia no pudo ni podrá darle hijos propios a Alistar. Y la mujer de Archivald, es la hija del peor criminal que pudo haber existido.

—El matrimonio de Candice y Terrence esta basado en la conveniencia, al principio no hubo amor. La sangre de la nobleza inglesa corre por las venas de los hijos de Candice y es por eso que son los preferidos de William, pero principalmente Analia. Esa es la única certeza del viejo William, que su nieta predilecta si es suya y por eso la considera su heredera.

—Interesantes... detalles, pero sinceramente creí que me diría algo que valiera la pena y ayudará con nuestro plan no un montón de chismes —objetó Stefan algo decepcionado por saber más prejuicios de esa familia—. Debido a eso seguiremos con lo que ya estaba planeado.

—¿Y cuales son esos planes? —cuestionó Bárbara mandando al diablo el enojo que estaba empezando a sentir por la objeción de Stefan.

—Una semana antes de la navidad, los Grandchester hacen una fiesta a la que invitan a su familia y amigos más cercanos, sería una excelente idea separar a toda la familia, que se odien unos con otros y que no se puedan ni ver —explicó Stefan y Bárbara asintió satisfecha porque le gustaba ese plan pero propuso algo más.

—Y después podremos matar a cada uno para que...

—¡De ninguna manera! —se negó rápidamente el ojiverde. Bárbara quedo confundida ante tal negación y Stefan temiendo que había cometido un error se apresuró a arreglar su negativa—. ¿De qué sirve matarlos a todos si la muerte significa descanso? Si ellos se mueren descansarían y yo lo que quiero es que sufran por el resto de sus vidas.

—Suena bien, pero lamentablemente siempre que hay vida hay esperanza, la esperanza de perdonar y volver a ser la familia del terror que siempre han sido —expresó Bárbara ella quería disfrutar de la muerte de cada uno de los miembros de esa familia.

—No mataré a nadie —sentenció Stefan—. Podré querer venganza, pero no voy a quitarle la vida a nadie.

Bárbara río nuevamente y asintió.

—Está bien, haremos todo lo que usted diga —aceptó ella, pero en el fondo sabía que cuando llegará el momento ella misma mataría cuánto Andley y Grandchester pasarán enfrente suyo.

Al fin y al cabo, Stefan solo era un escalón para poder alcanzar el éxito. Era un estúpido porque creo sin titubear los falsos y no tan falsos secretos de familia.

<<Si tan solo supieras que fui yo la que hizo que la hija de William creciera como una huérfana lejos de su familia biológica, que fui yo la que planeé la muerte del primer bebé de la artista y le eché la culpa a Candy, que fue mi hijo el que mató a Anthony Brown>> pensó Bárbara. <<No tú no sabes nada de eso ni lo sabrás nunca, quizás y tú también mueras junto a ellos, Stefan West>>

La heredera de los Grandchester Donde viven las historias. Descúbrelo ahora