Capítulo 1; ¿Cómo fue que llegamos a esto?

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El matrimonio Jeon Park es sin duda  la envidia de muchas parejas. Siendo conformado por Jeon Jungkook, un joven de 23 años, complexión alta y delgada, cabellos castaños, sumamente amable y muy atento con su esposo Park Jimin, este siendo poco más bajo que su esposo, a sus 20 años posee una belleza inigualable, cabellos rubios que brillaban al estar bajo la luz del sol, mejillas rellenitas junto a preciosos ojos que destilaban dulzura.

Desde que iniciaron su noviazgo muchas personas trataron de separarlos con tal de no verlos felices u obtener lo que ellos tenían pero jamás lo lograron, sus intentos fueron inútiles.

La pareja ha sido muy feliz desde que su amor floreció, ambos se complementan a la perfección y eso es lo que les hace enamorarse un poco más, cada día pasan cosas diferentes, buenas y malas que los hacen ser más unidos. Al año de casarse llego la maravillosa noticia de que Jimin estaba embarazado y estaba esperando a una hermosa niña. La noticia fue algo que los sorprendió ya que no sabían que el rubio pudiese concebir pero aún así recibieron la noticia con mucha alegría.

Cuando nació la pequeña Haneul su mundo cambio completamente a uno mejor, sentían que todo iba como debía de ser y lo más importante, se demostraba mucho amor, tanto que dirían que eran una pareja de empalagosos, aquellos comentarios jamás les importaron ya que lo primordial para ellos era estar juntos y que su amor siguiera latente.

3 años después.

—¡No me grites Jeon, soy tu esposo y tienes que respetarme! — alzó la voz un Jimin rojo por la furia, no debía ceder pero ya estaba cansado que su pareja no controlará el tono de voz.

—¡Yo te grito cuando quiera! —soltó en el mismo tono que el más bajo.

—Pues eso no te lo permito, me tienes que respetar así como yo lo hago contigo —Jungkook iba a decir algo cuando Jimin volvió a hablar —Y no puedes decir que no te respeto, recuerda que a pesar de todas las idioteces que haces siempre te he respetado — al ver que ya se había quedado sin diálogos decidió salir de la casa, cuando lo hizo cerro de un fuerte portazo haciendo que Jimin saltara en su lugar cuando el golpe sonó.

Suspiro tratando de tranquilizarse, si no lo hacia se pondría mal y no quería eso, empezó a caminar cuando un fuerte mareo hizo que casi cayera al suelo, después un dolor en su cabeza se hizo presente, fue una suerte que lograra sostenerse a tiempo de la pared.

—¡Papi! — grito la pequeña Haneul que con torpes pasos logro llegar hasta él, volvió a suspirar tratando de así aliviar el fuerte dolor de cabeza que había comenzado a molestarlo.

Sonrió para tratar de calmar a la pequeña que se notaba que estaba a punto de llorar.

—¿Qué sucede cariño? — la cargo en sus brazos y beso con mucho amor su frente.

—P-papá Ungkook y... Y t-tu se volvieron a gritar feo — sollozo la pequeña mientras se escondía en el pecho de su papi, Jimin mordió su labio reprimiendo las ganas de llorar, se sentía un mal padre al dejar que su pequeño pedazo de cielo pasara por cosas así desde tan temprana edad.

Desde que supo que la pequeña estaba en su vientre le decía de aquella manera, prometió que siempre la haría feliz pero en este momento estaba fallando, bueno; desde el último mes ya que desde ahí fue donde empezaron las peleas con Jungkook, al inicio era una vez al tiempo pero poco a poco se fueron haciendo constantes y en cada pelea que pasaba se herían más con sus palabras.

—Tranquila mi pequeña — empezó a mecerla con suavidad en sus brazos mientras la tranquilizaba —Ya verás que todo estará bien, todo mejorará — la niña aún con lágrimas en sus ojitos asintió no muy segura.

Treinta días junto a tí • K.MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora