Después de ese incidente con el tipo de las piscinas, decidieron que lo mejor sería quedarse en su habitación descansando y charlando.
En este momento Jimin y Jungkook se encontraban haciendo video llamada con su pequeña hija.
—¿Cómo has estado cariño? — pregunto Jungkook que se encontraba detrás de Jimin, tenía pegado su pecho a la espalda del menor mientras le abrazaba para poder ver bien a su hija.
—¿Te estas divirtiendo con tus abuelos? — rio Jimin por las cosquillas que le daban las manos del castaño, se recostó en su pecho suspirando por lo bien que se sentía estar en esa posición.
—Si, estoy muy bien papi Jungkook — sonrió la pequeña —Y si me estoy divirtiendo mucho con mis abuelitos, sólo que ustedes me hacen mucha falta — hizo un puchero muy idéntico a los de Jimin.
—Nosotros también te extrañamos hija —le dijo Jungkook —Ya falta poco para que nos veamos, solo ten paciencia.
—Si papi Kook — asintió ella un poco triste.
—No te pongas así cariño — Jimin se sentía mal por haber dejado a su pedacito de cielo tanto tiempo —Además, tu papi Jungkook y yo te vamos a llevar muchas sorpresas.
—¿De verdad? — sus ojitos brillaron —¿Qué es?
—Si te decimos no serán sorpresas — Jungkook recargo su mentón en el hombro de Jimin.
—Mmm, esta bien — acepto no muy conforme con eso.
—Cariño, ¿podrías llamar a tu abuela? quiero hablar con ella — la niña asintió y los dos escucharon como gritaba a su abuela.
—Los quiero — les tiro un beso haciendo que los dos sintieran como su corazón se derretía de ternura —Bye — agito su manita y ellos hicieron los mismo, después vieron como la mamá de Jimin se ponía en la pantalla.
—Hola hijos — saludo la señora Park —¿Cómo les ha ido?
—Nos ha ido muy bien mamá, Japón es un lugar hermoso — contó Jimin emocionado.
—Ya me imagino lo bien que se la están pasando — los vio de manera maliciosa por la forma en que se encontraban, ella sabe que ese par aún se aman pero lo que pasa es que Jungkook es un verdadero tonto que tomo decisiones equivocadas.
—¡Mamá! — exclamo abochornado el rubio, su madre siempre hacia ese tipo de comentarios.
—Ya suegra, deje de molestar al niño que poco falta para que parezca un pequeño tomatito — apretó la mejilla de Jimin en forma de juego.
—¡Ya! con ustedes no sé puede — se levanto de la cama —Iré a traer unas bebidas, ¿quieres una? — Jungkook asintió y Jimin salió, yendo a traer lo mencionado.
Cuando vio eso, él y su suegra se pusieron a reír, a ambos les gusta molestar a Jimin, a pesar de todo lo que ha sucedido, Jungkook aún se lleva bien con ella ya que esta tenia un carácter suave, pero con su suegro era otra cosa, aunque el papá de Jimin no se lo dijera, sabia que ya no le agradaba y lo entendía, bien merecido se tiene el odio del mayor por como se ha portado con el rubio.
—Bueno, ya que dejamos de reír — limpio una lágrima con su mano —Quiero hablar contigo, Jungkook — la mujer se puso seria y ahí supo que era un asunto importante.
—¿Qué sucede? — preguntó poniéndose serio al igual que ella.
—Yo sé que ustedes dos aún se aman, así que no dejen que cualquier cosa les afecte — hablo suave para que Jimin no escuchara — Haz todo lo posible para hacer feliz a mi hijo y así él te hará feliz, disfruten su tiempo juntos porque si algo pasa el día de mañana no es bueno arrepentirse — le sonrió triste —Los quiero a ambos y por eso deseo que sean felices — se acomodo en su asiento poniéndose recta —Así que por favor Jungkook, no vuelvas a cometer los mismos errores.
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Treinta días junto a tí • K.M
Fantasi-Quiero el divorcio - dijo firmemente el castaño. -¿Qué? - preguntó perplejo. -Así como lo escuchaste Jimin, quiero que me des el divorcio. -Esta bien, te lo daré - contestó con un nudo en la garganta -Solamente con una condición. -¿Cuál es? - repli...