Al momento de despertar la felicidad que invadió su cuerpo fue enorme, creció aún más al recordar los sucesos del día anterior, en verdad esperaba que su relación con Jungkook mejorara con el pasar de los días que le quedaba junto a él. Con todo su corazón deseaba que así fuera ya que no quería que su pequeña hija se sintiera triste y creciera en un ambiente tosco e infeliz.
Alejo esos pensamientos de su cabeza y se levanto de la cama, se estiro haciendo que toda la pereza abandonara su cuerpo, vio el reloj que se encontraba en su mesita de noche, 6:55 AM, aún tenía mucho tiempo así que se fue a duchar para después ir a la cocina y empezar a preparar el desayuno para que Jungkook no se fuera sin comer algo.
Cuando la comida ya estuvo casi lista subió por las escaleras y se dirigió al cuarto de Haneul, empezó a moverla con suavidad para tratar de despertarla y a los pocos minutos logro hacerlo.
—Buenos días preciosa — beso su frente mientras la pequeña restregaba su manita sobre su ojo derecho para quitar el sueño.
—Hola papi — sonrió adormilada la niña.
—Vamos, hay que levantarse para asearse y desayunar.
Jimin ayudo a su hija a lavar su cara y dientes en el baño, Haneul termino su aseo colocando su cepillo de dientes en su protector y en compañía de su padre regresaron a la planta baja.
Al llegar al comedor se encontraron a Jungkook ya sentado.
—Buenos días — saludo Jungkook.
—Buenos días — sonrió y la pequeña se removió en sus brazos queriéndose bajar —¿Quieres ir donde tu papá? — ella asintió y se la entrego a Jungkook que la recibió con los brazos abiertos, mientras ambos se quedaban juntos, él se puso a servir el desayuno.
—¿Siempre eres así de hiperactiva? — preguntó sonriendo a la niña, ella solo se puso a reír —¿Siempre es así? — se dirigió esta vez a Jimin.
—A vuelto a actuar de esta manera ahora que pasas más tiempo con ella — negó divertido al presenciar cómo Haneul pellizcaba las mejillas del castaño, Jungkook ignorando lo que su hija hacia se le quedo viendo a Jimin, termino sintiéndose incómodo.
—Lamento eso — bajo su mirada apenado, ¿desde cuando se a vuelto a sentir así? ¿ahora se siente culpable por ser un padre ausente? La respuesta es si, Haneul no tiene culpa de nada de lo que esta sucediendo.
—No te preocupes por eso — Jimin le resto importancia — Ahora mejor dejemos de hablar sobre eso y mejor desayunemos que se te hará tarde.
Al probar un bocado de la comida que Jimin hizo se sintió en la gloria, y es que la comida del rubio es realmente exquisita, lo había olvidado ya que últimamente no desayunaba en casa porque “Se le hacia tarde”, ahora que lo piensa, se siente horrible al haberse portado así pero tiene sus motivos, quiere el divorcio porque ya no ama a Jimin, si no que... Ama a Juwon.
Salió de sus pensamientos al notar el rumbo que estos llevaban. debería de dejar de pensar en ello ahora que esta con su familia, una leve sonrisa apareció en su rostro al observar como Jimin hacia un avioncito con la cuchara para que Haneul comiera, ambos se ven muy tiernos.
Al terminar de comer se levanto de su asiento y se dispuso a lavar los trastes que ovulo pero Jimin lo interrumpió.
—Déjalos ahí, ya los lavare cuando termine de darle su desayuno a Haneul. Es mejor que te vayas, se te hará tarde.
—¡Papá Ungkook! chu — dijo la pequeña haciendo que Jungkook no entendiera al principio, busco a Jimin pidiéndole ayuda de manera silenciosa.
—Quiere que le des un beso — sonrió al notar que no había entendido.
—Oh, ya veo — se agacho y abrazo a la pequeña, dejo un besito en su gordita y sonrojada mejilla haciendo que la niña se pusiera muy feliz.
—Adiós — agitó su manita , él hizo lo mismo antes de encaminarse a la salida.
—Jungkook — fue llamado y volteo hacia el rubio, Jimin se encontraba retorciendo su camisa entre sus pequeñas manitas.
—¿Qué sucede?
—Mi segunda petición es que, q-que cada vez que te marches o regreses a casa nos abracemos — un leve color rosa adorno las mejillas de Jimin, en verdad se sentía muy apenado.
Jungkook no se esperaba aquella petición, pero al ver la carita toda sonrojada y apenada de Jimin no podía negarse.
—Esta bien — el menor levanto su mirada que se encontraba anteriormente puesta en el suelo.
—¿D-de verdad?
—Si, así que ven aquí — extendió sus brazos y el bajito rápidamente le abrazo suspirando por lo bien que se sentía estar entre los brazos de la persona que más amaba. Jungkook se sintió un poco incomodo al inicio ya que perdió la costumbre de abrazarle pero aún así, hizo de lado aquel pensamiento, ahora concentrándose en lo bien que comenzaba a sentirse, no lo diría en voz alta pero ese abrazo le hizo un poco más feliz, se separo de Jimin con una pequeña sonrisa que fácilmente podía pasar desapercibida.
—Que te vaya bien — murmuro Jimin despidiéndose.
—Gracias, nos vemos mas tarde — se subió a su auto rumbo al trabajo con una enorme sonrisa que el rubio no pudo ver.
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Treinta días junto a tí • K.M
Fantasy-Quiero el divorcio - dijo firmemente el castaño. -¿Qué? - preguntó perplejo. -Así como lo escuchaste Jimin, quiero que me des el divorcio. -Esta bien, te lo daré - contestó con un nudo en la garganta -Solamente con una condición. -¿Cuál es? - repli...