—Papi Jungkook — escucho que lo llamaban, volteo a ver hacia la puerta encontrándose a su hija que corría en su dirección.
—No corras pequeña, debes descansar — la reprendió cuando ya la tuvo en sus brazos.
—Es que quería darte la sorpresa de llegar de pronto — hizo un puchero y Jungkook rio mientras la cargaba en sus brazos.
—Si me sorprendiste — la niña lo vio atenta con una pequeña sonrisa que comenzaba a adornar su rostro —Pero no hables demasiado Haneul, aún no te encuentras del todo bien así que no debes esforzarte.
—Esta bien — asintió la niña y después volteo a ver la salida —¿Y papi Jimin? — ladeó su cabecita curiosa por saber donde estaba su papá.
—Esta dormido en la habitación, tuve que resolver unos asuntos del trabajo en la computadora y para no despertar a Jimin vine a hacerlos aquí, si quieres vamos a ver si ya despertó — Haneul asintió ante su propuesta, solo se limitó a esa acción ya que como su papá Jungkook se lo dijo, no debía hablar mucho si quería mejorar pronto.
Caminaron hacia la habitación que compartía con Jimin y entraron sin hacer mucho ruido, vieron como un bulto se encontraba enrollado en las sabanas, padre e hija hicieron contacto visual y sonrieron al percatarse que Jimin dormía aún.
El castaño dejo a Haneul en la cama quién se acerco a su papá y Jungkook rodeo para quedar frente a su esposo, encendió la luz de la lámpara que se encontraba en la mesita de noche y después volteo a ver a Jimin notando como respiraba agitado mientras sus mejillas tenían un fuerte color rosado.
—¿Está bien? — preguntó preocupada Haneul al observar como el pecho de Jimin subía y bajaba con rapidez —¿Qué tiene papi Jimin?
—No lo sé pequeña — Jungkook con cuidado acomodo a Jimin en la cama dejando su espalda pegada al colchón ya que anteriormente estaba acostado de lado.
Retiro un poco las mantas del cuerpo agitado de Jimin y después llevo la palma de su mano a la frente de él y abrió muy grandes sus ojos, estaba ardiendo en fiebre.
—Haneul, iré a la cocina por un balde con agua, tú por favor ve por unas toallas al baño y traerlas aquí —la pequeña asintió y al mismo tiempo que su padre se fue por lo pedido.
Al regresar Jungkook agradeció a su hija por la ayuda y retiro la frazada que estaba sobre Jimin dejandole encima una fina sabana, después empezó a abrir los tres primeros botones del pijama para que su cuerpo no se calentará más, toco su pecho y noto como estaba agitado y empapado por el sudor.
Fue al cuarto del baño y abrió el botiquín que estaba detrás del espejo, saco un termómetro y unas pastillas para bajar la fiebre que usaría después. Cerro el botiquín y entro al cuarto de nuevo encontrando a Haneul que se encontraba mojando una toalla.
Ella volteo a verlo y con la mirada le hizo una pregunta que rápido descifró, quería ponerle la toalla húmeda a Jimin así que le explico como debía doblarla y cuando lo hizo la coloco en su frente haciendo que suspirara por lo frío de la tela.
Jungkook le puso a Jimin el termómetro en la boca y después se levantó de la cama.
—Cariño, iré a la cocina a preparar el desayuno para ti y para que Jimin coma un poco para darle unas pastillas, cuida que el termómetro no se caiga de su boca y cuando creas que la toalla ya se calentó vuelve a mojarla y a ponérsela a tu papá por favor — comenzó a caminar hacia la puerta —Cualquier cosa no dudes en buscarme en la cocina.
—Si papi Jungkook, yo cuidare a papi Jiminnie mientras tú no estas — dijo con determinación y Jungkook bajo hacia la cocina confiando en que su pequeña cuidaría a su papá.
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Treinta días junto a tí • K.M
Fantasía-Quiero el divorcio - dijo firmemente el castaño. -¿Qué? - preguntó perplejo. -Así como lo escuchaste Jimin, quiero que me des el divorcio. -Esta bien, te lo daré - contestó con un nudo en la garganta -Solamente con una condición. -¿Cuál es? - repli...