Treinta días junto a tí • K.M

Día 24; pequeña desaparecida

Narra Jimin.

Estaba muy preocupado por mi pequeña, no sabíamos donde o con quien se encontraba, el oficial nos dijo que nos tranquilizáramos, que su caso ya estaba siendo tratado pero aún así no podía calmarme, mi pequeño pedazo de cielo debe estar aterrada.

Desde el día de ayer que salió con mis padres ya no hemos sabido nada de ella y la ansiedad me estaba matando.

—Jimin — me llamo Jungkook, volteé a verlo ya que se encontraba parado en el umbral de la puerta.

—¿Qué sucede? — pregunté, él se acerco hasta la cama en donde me encontraba acostado.

—¿No has podido dormir? — negué ante su pregunta —Debes tratar de descansar — acaricio con cuidado mi mejilla y yo cerré mis ojos ante su toque que me relajaba un poco.

—No puedo hacerlo, la preocupación no me lo permite — eso es verdad, la incertidumbre y preocupación no me deja que logre descansar aunque sea un poco y así seguiré hasta que no sepa algo de mi pequeña.

—Entonces vamos —me extendió su mano, yo le vi confundido.

—¿A dónde?

—Debes comer, así que iremos a la cocina y no quiero un no por respuesta, si no te alimentas bien perderás fuerzas y te pondrás débil — tome su mano y con su ayuda me levante de la cama, cuando estuve de pie me tambaleó un poco por el repentino mareo, lleve mi mano a mi cabeza y la sostuve mientras cerraba mis ojos —¿Estas bien? — me sostuvo colocando sus manos en mis brazos para estabilizarme.

—Si — susurré y después abrí mis ojos para verlo.

—¿Te sientes mal? — pregunto —¿Qué te sucedió? — Jungkook estaba muy preocupado y me sentí muy mal al verlo así.

—Nada, solo un leve mareo por levantarme rápido — asintió levemente, creyéndome, más no sabia aún lo que sucedía.

—También debes haberte mareado porque casi no has comido desde ayer — salimos del cuarto —Debes alimentarte bien, Jimin. No quiero que vuelvas a recaer — suspire ante sus palabras.

—No lo haré —susurré suave pero se que logro escuchar.

Cuando aún éramos novios yo me acompleje con mi peso a tal grado que no ingería ningún tipo de alimento, solo bebía agua para no comer muchas calorías, adelgace tanto que prácticamente era un esqueleto andante, no estoy orgulloso de recordar lo que pase pero lo único bueno de eso fue que Jungkook estuvo todo el tiempo a mi lado, fue mi mayor soporte y gracias a él fui a donde un nutricionista.

Poco a poco comencé a comer aunque no fue fácil, seguía con ese trauma que me veía con sobre peso o que estaría así, todo fue gracias a unos compañeros que se dedicaban a hacerme sentir insuficiente y feo, puede que sea tonto pero siempre he sido de aquellos que les afecta demasiado la opinión de los demás.

Jungkook me ayudo a superar esos feos traumas y con él logre salir adelante dejando eso solo como un horrible recuerdo de mi pasado, por ello es que siempre se ha mantenido al pendiente de mis comidas, teme que vuelva a recaer y lo entiendo.

No quiero preocuparlo más, se que se pondrá triste el día que me pase algo y por eso trato de que las cosas vayan bien.

Deje de pensar en eso ya que me saco de mis pensamientos con un tierno beso, logrando así que finalmente sonriera.

—¿En qué pensabas, lindo? — sonrió mientras colocaba detrás de mi oreja un mechón de cabello.

—Solo recordaba cosas del pasado — desvíe mi mirada avergonzado.

—Lo siento, no tenia la intención de hacerte recordar tales cosas — se acerco para abrazarme e inmediatamente le correspondiente.

—No es tu culpa, es solo mía por haber dejado que esos pensamientos tontos me consumieran — escondí mi rostro en su pecho sintiéndome plenamente en paz.

—Pero debí haber hecho algo para que no te hundieras en ellos — acaricio con cuidado mis cabellos.

—Suficiente hiciste con ayudarme a que saliera de ahí, fuiste mi mayor soporte cuando estuve en esa condición y enserio lo aprecio, Jungkook — me pare de puntitas y bese su mentón —No sé que habría hecho sin ti a mi lado —puse mi oído en su pecho logrando escuchar como como su corazón latía haciéndome sentir relajado.

—Siempre estaré para ti, aunque fallé estoy intentando enmendar todos los errores que cometí para estar junto a ti, Minnie. Eres lo que le da sentido a mi vida desde que te conocí y así será para siempre, no sé que haría si algo llegará a pasarte — lo abrace con fuerza —Por eso me preocuparé y lo seguiré haciendo siempre, eres mi amado y quiero que estés bien — acaricio mi espalda y yo suspire al sentir sus relajantes caricias.

Como no amar a este hombre que a pesar de todo trata de salir adelante junto a mi, no justifico lo que hizo antes pero sé que ahora se esfuerza por mejorar y yo lo voy amando más con cada día que pasa, él y mi pequeña son lo que más amo en esta vida porque son lo que me mantiene siguiendo hacía adelante, son mi felicidad y mi mayor soporte, por eso no quiero dejarlos nunca pero no se sabe que vueltas traerá la vida, así como ahora que nos a tocado separarnos de nuestra pequeña.

Nos distanciamos unos cuantos centímetros y nos besamos una vez más, después de ello nos sonreímos, íbamos a preparar el desayuno pero nos detuvimos al escuchar que mi celular sonaba.

Voltee a ver a Jungkook y este solo me observaba, no lo dude más y subí corriendo hacía nuestra habitación y cuando tome mi celular baje de nuevo.

El celular seguía sonando, observé la pantalla.

Numero desconocido.

—Contesta y ponlo en alta voz — ordeno, yo asentí.

—¿Bueno? — hable temeroso ya que no sabia quien seria la persona que me respondería del otro lado de la línea.

—¿Quién es? — preguntó ahora mi esposo.

—Pero que lindos, la pareja esta junta — abrí mis ojos muy grandes al escuchar esa voz, Jungkook volteo a verme también sorprendido.

—Juwon —hable con seguridad, poco después escuche una carcajada de su parte.

—Él mismo — su voz se escuchaba burlona.

—¿Qué es lo que quieres? — pregunto molesto Jungkook —¿Para que llamas?

—Primero, cuida el tono que utilizas hacía mi — hizo una breve pausa —Porque si no, te vas a arrepentir y mucho.

—Ya habla de una vez — le pedí esperando que dejará los rodeos.

—Bien, si tanto insisten — volvió a hacer una pausa pero esta vez fue más larga haciendo que mi ansiedad creciera —Tengo a su amada Haneul...

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