01

671 65 0
                                        

═════ ❀∘❀∘❀∘═════

═════ ❀∘❀∘❀∘═════

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

═════ ❀∘❀∘❀∘═════

La habitación de Hayley Longbottom estaba desordenada, con su ropa y libros desparramados sobre cualquier lugar excepto donde debían estar. Las cosas volaban fuera de su baúl, golpeando las paredes con fuerza antes de ir a parar al suelo.

La puerta se abrió detrás de ella, sin embargo, Hayley no le dio importancia y tiró otro libro, pero en lugar de escucharlo caer la castaña oyó un quejido. Se enderezó confundida y volteó para ver a su hermano mayor sosteniendo el libro en una mano y con la otra sobando su pecho. La tejona sonrió divertida al ver la mueca de dolor que se adueñó de su rostro.

—¿Por qué estás tirando libros?

Sin perder la sonrisa, la chica se levantó para acercarse a Frank y asegurarse que estaba bien, pero el chico le lanzó el libro con molestia aunque sin buscar hacerle daño.

—Nadie te mandó a entrar sin tocar —refutó la chica, dejando el libro de Adivinación en la cama.

—Mamá dijo que dejes de hacer ruido —avisó—. Y que ordenes tu habitación.

Su hermana soltó un suspiro.

—No encuentro la pulsera —confesó Hayley, borrando su sonrisa.

Frank la miró confundido, pero al notar su mirada algo angustiada cerró la puerta para que su madre no los escuche y se sentó en la cama, esperando que se hermana se sentara a su lado para hablar. La chica eligió sentarse en la silla del escritorio y bajó la mirada a sus manos.

—¿Hayley? ¿Qué pulsera? —preguntó al ver que Hayley no hablaba.

La chica apretó sus labios unos segundos antes de decidirse a hablar.

—La pulsera de papá, Frankie.

Frank hizo una mueca al oír el apodo por el que su hermana lo llamaba desde que eran pequeños, pero no dijo nada.

—No vas a encontrarla en este desastre. Ordenemos la habitación y va a aparecer —intentó tranquilizarla.

La chica lo miró insegura, pero decidió que no había razones para desconfiar de su hermano mayor. Después de todo, él nunca la había decepcionado. Confiaba en él si decía que la iban a encontrar.

❀∘❀∘❀

Los minutos corrían con rapidez, pero Hayley seguía sin encontrar su pulsera. Luego de ordenar su habitación y no encontrar, la buscó por cada rincón de la casa durante toda la noche, pero el resultado seguía siendo el mismo. Ahora Frank y su madre, Augusta, la apuraban para irse porque estaban a punto de dar las once y la chica ni siquiera había bajado su baúl. Frank subió a su habitación, y sin decir nada levitó su baúl para pasarlo al pasillo.

HATE [rabastan lestrange]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora