Capítulo 24

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-Terminaron antes, pero te la doy por buena.
-Cariño, me encanta tu seguridad.
-Hanna tú siempre supiste todo sobre mi pasado pero yo no sé mucho de ti.
-¿Cómo no? Conoces a mi ex novio y es muy amigo tuyo por cierto.
-Es buen tipo, se ve que quiere mucho a tu hermana y hacen una buena pareja; no tanto como nosotros pero la hacen.
-Sin comentarios... Estoy lista ¿Nos vamos?
-Sí vámonos.

Salimos al Jate donde pasaríamos el día, cuando subimos había al menos 5 personas de servicio.

-Amor ¿Ellos van a estar aquí todo el tiempo?
-Sí, es por si necesitamos algo.
-Pensé que estaríamos solos.

Justin
Sabía lo que Hanna estaba insinuando y no la culpaba, en casa era prácticamente imposible estar solos desde que su familia iba casi todos los días a visitarnos y con los niños casi todo el día en casa no podíamos hacer nada.

-Lo sé amor pero ¿Qué podemos hacer?
-No es para nada sexy y romántico estar en un Jate con tu marido.
-Lo siento cariño.
-Da igual, voy a cambiarme.
-Okay.

Hanna se fue a cambiar y yo me quedé organizando algunas cosas con el servicio, como pasaríamos todo el día ahí entonces pedimos que prepararan el desayuno y el almuerzo a bordo, iríamos a navegar un rato y después volveríamos a la Villa para la cena.

Hanna se fue a cambiar y yo me quedé organizando algunas cosas con el servicio, como pasaríamos todo el día ahí entonces pedimos que prepararan el desayuno y el almuerzo a bordo, iríamos a navegar un rato y después volveríamos a la Villa para la cena

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-Regrese.
-Tardaste mucho.
-Perdón, sigo sin estar muy cómoda con esto.
-¿Te preocupa mucho? Si es así puedes ir a alguna clínica estética; ya te dije que a mí no me importa si eres delgada o no, si tienes estrías o no, pero si a ti eso te causa inseguridad entonces ve a una clínica.
-Si me retire los implantes fue porque no me sentía bien con ellos, cuando era más joven pensé que sería sexy tener los pechos más grandes de lo natural.
-Yo te conocí con implantes, estuve contigo cuando te los quitaron y amor... Me encantas de igual manera.

Para Hanna estaba siendo muy difícil aceptar su cuerpo después de haber sido mamá.

Hanna
Me empecé a dar cuenta que en realidad quería cambiar para Justin, no por mí, recordé todas esas chicas con las que salía en los periódicos y revistas que me enfoqué en querer ser como una de ellas sin darme cuenta que quién estaba con él en sus momentos de gloria y derrota era yo, la que despertaba cada mañana a su lado y se acostaba cada noche en la misma cama que él era yo. Me había preocupado demasiado por querer verme bien para los demás que deje de sentirme bien para mí.

-Tienes razón.
-¿En qué?
-En que sí me elegiste para pasar una vida juntos fue por una razón y no por un físico, te puedo asegurar que las chicas con las que solías salir en tu juventud no se verían como la madre de Mia.
-Todas huyeron cuando supieron que tengo una hija, ni una sola quiso salir de nuevo conmigo.
-O sea que si intentaste salir con esas mujeres.
-Todavía no formalizábamos nada tú y yo.
-Pero en ese momento tenías novia.
-Pero cuando supo de la existencia de Mia me dejó, jamás volvió a contestar el teléfono.
-Recuerdo que tú provocaste esa ruptura.
-No quería casarme con ella.
-En general no querías casarte.
-Hasta que me enamoraste.
-Lo dices cómo si hubiera hecho un plan estratégico para hacerlo.
-¿No fue así?
-Ja... Ja... Ja.
-Lo digo porque eres la mejor haciendo planes.
-Planes de venta, no para enamorar a un hombre.
-... ¿Sabes? Echaba mucho de menos poder hablar así contigo.
-¿Cómo?
-Temas random, no temas de la vida adulta o de cosas de familia.
-También yo, me gusta.
-A mí igual.

Los dos nos quedamos en completo silencio solamente admirando el paisaje, llegamos a una zona donde había más Jates varados, en algunos había personas y otros estaban completamente solos.

-Almorzaremos aquí y después podemos seguir navegando ¿De acuerdo?
-Está bien.
-Hanna.
-¿Qué pasa?
-... Nada.

Estábamos almorzando cuando personas de un Jate a unos metros de nosotros empezaron a hacer una fiesta. Había mucha música y bastante gente.

-Está luna de miel no se puede poner más rara.
-Hanna, he aprendido a aceptar cualquier cosa que pueda pasar, nuestra vida no es para nada normal.
-Eso es cierto... Salud por eso.
-Salud.

Mi familia no tan perfecta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora