Mi familia no tan perfecta

Capítulo 40

Nos quedamos hablando hasta que los primeros rayos de sol entraron por la ventana de la sala, era jueves y no había clase en el colegio de Mia así que se quedaría en casa y nosotros iríamos a trabajar pero solo un rato, llevaríamos a los niños a la empresa y después iríamos a almorzar los cuatro para volver a casa.

-Mamá... Mamá.
-Buenos días mi amor ¿Qué hora es?
-Las 9:30 ¿Papá y tú se quedaron dormidos aquí?
-Sí, llegamos tarde y nos quedamos aquí.
-Mamá, papá dijo que iríamos a la oficina con ustedes hoy, pero no tengo ganas de salir ¿Puedo quedarme con la nana?
-Bueno ¿Por qué te quieres quedar?
-No quiero salir, no me siento bien y no tengo ganas de salir.
-Okay pero recuerda que tu papá se va mañana de viaje con tu abuelo.
-¿A dónde irán?
-Mónaco.
-¿Es por qué el abuelo está enfermo?
-Es un viaje que tu papá y tu abuelo tenían que hacer hace mucho tiempo.
-Es por el abuelo.
-Mi amor.
-No quiero ir aún así mamá.
-Está bien, solo deja tu teléfono encendido.
-Sí mamá.
-Te amo.
-Te amo... Mucho

No me había dado cuenta que mi niña ya era una adolescente y se sentía tan triste ver que cada ves prefería pasar menos tiempo con nosotros que cuando era más pequeña.

-Buenos días mi amor.
-Buenos días.

-Hola cariño.
-Buen día.
-¿Pasa algo? Mía se veía molesta.
-Mía es una adolescente, no quiere ir con nosotros y pidió quedarse con la nana.
-¿Y la dejaste?
-Amor ¿Para qué quieres que vaya a la oficina y se enfade? Será peor si tenemos a un bebé y una adolescente enfadados en un lugar lleno de arquitectos y diseñadores, si quiere quedarse en casa está bien.
-Okay, te traje café.
-Gracias, voy a preparar a Charlie.
-Amor.
-¿Si?
-Te amo.
-Yo a ti.

Ese día estuvimos trabajando un rato en la oficina y después volvimos a casa, más tarde Justin saldría a comprar algunas cosas que necesitaba para el viaje con su padre, por la noche empezó a alistar sus cosas para no estar a las prisas un día antes y poder estar relajado con la familia y disfrutar de los niños; el día de su viaje por fin llegó, yo los llevaría al aeropuerto y para evitar despedidas aún más tristes Mia y Charlie se quedaron con su nana mientras yo iba con Justin y mi suegro al aeropuerto.

-¿Listo?
-Sí.
-¿Tú pasaporte?
-En la mochila.
-Ok.
-Ven aquí, te voy a echar de menos.
-Yo a ti, pero tienes que disfrutar este viaje y a tu papá como nunca.
-Lo sé amor.

-Buenos días.
-Buenos días papá ¿Dormiste bien?
-Casi no pude dormir, me emociona mucho hacer este viaje con mi hijo.
-A mí también.

-¿Nos vamos? Se hace tarde y nos va agarrar el tráfico.
-Vamos.

Justin se fue conduciendo y yo del lado del copiloto, mi suegro en la parte de atrás, por el retrovisor del coche podía ver su rostro de felicidad y emoción por el viaje, nada me hacía más feliz que ver a mi esposo cumplir un sueño con su padre.
Llegamos al aeropuerto y bajamos todos juntos, faltaban poco más de dos horas para que su vuelo saliera así que podíamos comer algo antes de que hicieran su check in.

-Ese es nuestro vuelo.
-De acuerdo cariño, llámame cuando aterricen.
-Seguro, vuelve a casa con cuidado.
-Tranquilo amor.
-Te amo, ven aquí.

-Diviértete y pasa lo mejor que puedas con tu papá.
-Por supuesto, llamaré todos los días para saber cómo va todo.
-No te preocupes por nada Justin.

-Linda, nos vemos.
-Disfruten de su viaje, Justin esta muy feliz de hacer esto contigo.
-Y yo con él, no he pasado el tiempo suficiente con mi hijo... Nos vemos.
-Adiós.

Nos despedimos y espere a que subieran las escaleras a su sala de abordaje; regrese al auto y me dirigí a la casa con los niños, empezó a sonar mi celular en el asiento del copiloto, no lo alcancé así que voltee a buscarlo y en ese segundo de repente se escuchó un gran golpe y todo se volvió oscuro, no supe nada después de la gran sacudida que sentí dentro del auto.