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Estos fueron los tres años en tu espera, teniendo la esperanza de volverte a ver algún día. Sintiéndose vacío por el hecho de que no está a su lado, sin embargo no fueron años exactamente donde solo tuvo estar pendiente a que ella regr...
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En un lugar lejano, más allá entre las montañas, llamado el Oeste, se alzaba un enorme castillo como ningún otro, fortificado y rodeado de soldados demonios a su alrededor. Tanto voladores como terrenales.
Las tierras del Oeste tierras dejada por el gran InunoTaisho, el Lord demonio Perro, estás ahora eran pertenecientes a Sesshomaru quien estaba inmerso en mucho trabajo que su Comandante no pudo hacer. Que inútil ahora tenía hacer toda esta tontería, muchas reuniones diplomáticas y alguna guerra que vencía de inmediato, imbéciles que tenían las agallas o eran demasiado idiotas para retarlo.
La puerta de su oficina se abrió y Jaken entró con algunos libros, pergaminos en sus pequeños e incapaces brazos. Cansado dejó todo sobre un mueble.
—Ay amito, tiene mucho trabajo por delante, ¿no quiere un recreo? Ha estado aquí por varias horas... toda la mañana, tarde. No ha comido pero ni siquiera un pan.
Una mirada asesina del Lord del oeste fue suficiente para callarlo. Jaken cerró el pico.
Hubo silencio por unos cuantos segundos, solo veía a su amo leer algunas cartas, firmarlas, volar uno que otro libro por los aires en la habitación.
—"El amo necesita más de dos brazos para hacer todo esto..." —pensó Jaken mientras se estaba aburriendo, debía hacer algo para ayudar a su señor.
Empezó por ordenar algunos documentos, libros en las estanterías, la verdad que todo era un cochinero, Ay, amo Sesshomaru un poco de limpieza no le haría daño.
Un pergamino le cayó en la cabeza y se mareo rápidamente.
—Ay, casi me voy... —Pronunció Jaken viendo pajaritos alrededor de su cabeza.
—Deja de hacer idioteces, Jaken—murmuró Sesshomaru con un tono que desataba su mal humor. Suspiro mientras agarraba el puente de su nariz, dejar sus tierras por tantos años para ser el más fuerte tuvo sus consecuencias. Pero no iba a reinar tierras sin mostrar lo poderoso que era, esto lo iba terminar, tenía que hacerlo.
Se levantó de su lugar para buscar otros pergaminos en otro estante de su oficina. Mientras de fondo escuchaba como Jaken peleaba con algunos pergaminos para ponerlos en orden.
Algo llamó su atención entre todos los pergaminos que veía en el estante. Ese aroma lo reconocía...
Agarró los pergaminos de un papel más viejo que todos los demás. Lo abrió y cuando lo leyó abrió sus ojos al leer el contenido dentro de este.
—Esto es... —Pronunció mostrando más su sorpresa, asustando a Jaken quien muy pocas veces lo veía en ese estado.
