la voz del mar/ Namgi Bts

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- Mi inspiración...- subió la vista al techo- ¿Porque lo preguntas?- anticipó antes de dar una respuesta completa.

- Pareciera que todas las canciones tienen un hilo conductor, una misma inspiración- explicó Yoongi.

- No lo había notado- fingió- Quizás me haya inspirado inconscientemente en una persona que admiro.

- ¿Un Hyung?- él menor negó con la cabeza.

- Nunca hable con él- Namjoon veía al Yoongi de las letras con él pedazo de vida que había dejado en la playa, aún hablaba con la voz del mar.

- ¿Un famoso?- A pesar de que la situación lo presionaba, la presencia del pelimenta lo dejaba tranquilo.

- No, diría que es una persona muy común con una manera de pensar muy interesante.

- ¿Sigues viendo a esa persona?- "Aunque no lo pueda creer, lo veo ahora mismo"

- Si, hace poco me lo encontré en la ciudad, pero no me animé a hablarle- Quizás se arriesgaba a mucho con esto- Me gustaría ser su amigo.

- Por un momento creí que me dirías que estabas enamorado de esa persona- Yoongi suspiró aliviado.

- Tranquilo, hay alguien más que me interesa- Para romper la tensión le guiño un ojo al final de la frase.

- Creo conocer a ese alguien...- Dijo casi en un ronroneo.

- No está muy lejos de a- TIN TIRIN TIN.

  El celular del mayor sonó.

- olvide apagar la alarma cuando cambiamos el horario- su coqueteo quedó a medio camino.

- Claro, ya debería pedir el taxi- Namjoon se alejo de las banquetas hasta el teléfono que daba a la recepción.

  -Hola, usted se a comunicado con la agencia de taxis de su localidad ¿Que le puedo ofrecer?- la voz femenina sonó fuerte como para que Yoongi también la oyera desde su silla.

- Buenas noches, quería pedirle un móvil para dentro de- Él castaño sintió el peso de un cuerpo sobre su espalda, junto a una pícara mano que tocaba la piel descubierta en el cuello de su camisa- 10 minutos- el tacto de los belfos del mayor estremecieron en su cuello- me-e mejor en 15 minu-nutos- Eso era tiempo suficiente para la situación.

  - ¿A que dirección?- Namjoon tapaba en micrófono de su celular para que los obsenos ruinos de las mordidas y suspiros del pelimenta no le llegaran a la pobre chica.

  - Al **** *** porfavor- Volteo sobre sus pies para tener a Yoongi de frente y poder besarlo.

  - Perfecto, allí estará. Que tengan buena noche- El tono nervioso de la chica finalizó la llamada al instante.

- ¿Dijo "tengan"?- pregunto agraciado Yoongi.

- No es como si gimieras despacio - el más alto dejó el teléfono en el soporte y pegó el cuerpo de Yoongi al suyo.

Namjoon era completamente débil ante los besos del mayor, no podía evitar apretar el agarre de su cintura para calmar sus ansias de tener más de él.

- Mierda, eres adictivo- exclamo Yoongi cuando se separó momentáneamente de los labios de Namjoon. Bajo las manos de su pecho y trato de desabrochar la camisa del contrario sigilosamente mientras se besaban.

- El auto llegará pronto- susurró junto a su oído Namjoon.

- Si quieres invitamos al chofer aah ~- las manos del mayor estaban haciendo estragos en el cuerpo del pelimenta , quien ya tenía todo el cuello y labios rojos.

- Nah- Con su rodilla presionó la entrepierna del contrario, haciéndolo contraerse del placer- No creo que me haga falta ayuda.

- Pasemos a lo siguiente- Yoongi ya estaba desesperado, no le gustaba acumular calentura y no saciarla.

- Te calientas muy rápido- Namjoon lo abrazó, obstaculizando sus miradas- ¿cierto?- con una mano masajeo y rozo el miembro de Yoongi sobre la tela.

-Nam- apretó sus puños en la camisa del contrario, tragándose los gemidos.

  Ambos ya estaban duros, con los nervios a flor de pelo, deseando sentir más partes del cuerpo del otro, lo único que los detuvo fue el corto tiempo que tenían, pero Namjoon siempre tiene ese impulso de maldad en los peores momentos.

- Namjoon- suspiros al sentir los chupones que iba dejando en su piel- debes parar- hizo un gran esfuerzo para decirlo, se sentía en el cielo, pero en cualquier momento tendrían que irse.

- ¿Estas seguro de eso?- pregunto extrañado, juzgando su estado de excitación.

- No quiero pero- Ahh~- respiro ondo para volver a hablar - hay que parar.

  El timbre sonó, y con simpleza y algo de maldad, Nam se alejó de su piel, con una sonrisa ladina lo observaba.

- Ya bajamos, denos un segundo- con la mitad del cuerpo recostada en la pared, sus hombros y piernas cruzadas y la mirada sobre Yoongi, quien cubría su cara con una mano y aún mantenía las piernas una tanto separadas- Gracias.

  Mientras más se acercaba al menor, más admiraba la manera en que este trataba de reponer su respiración, sus piernas temblaban y el bulto de sus pantalones seguia siendo notable.

- ¿Donde dejaste tu abrigo?- Yoongi pensó en cómo haría el castaño para no parecer cínico preguntándole eso cuando sus piernas ni siquiera le respondían.

- Un último beso- rogó.

- Luego.

Holi, estoy feliz porque un par de personitas andan apoyando la historia, les quiero agradecer mucho, espero que les siga gustando.