Voten por la historia Porfi ❤️Yoongi
El lunes fue... incómodo. Yoongi simplemente lo ignoro, al punto de la pura indiferencia, seguramente esa no era la solución, lo más posible es que no allá resuelto ninguna duda con esa actitud, pero por algo se había mudado, nunca supo convivir con la incomodidad, remar los problemas como lo haría la mayoría. Se odiaba bastante por esto, cada ves que quería tomar alguna situación por si mismo las palabras quedaban encerradas en su garganta, enredándose entre sí y formando un nudo que no lo dejaba ni respirar.
- Yoon ¿Estas bien?- subió la vista al espejo del lavamanos del baño, allí estaba Namjoon, con la mochila colgada en uno de sus hombros y una expresión desconcertada.
Del otro lado no hubo respuesta ¿Que podría decir? Nisiquiera el entendía porque lo hizo ¿Que le podría reclamar?
- Si algo te incomodo el otro día, puedes decírmelo. Lo siento si no me eh dado cuenta- ya no tenía excusa para seguir mirando el lavabo, debía voltearse o lavarse las manos por tercera ves.
- No pasa nada, solo estoy ocupado- lamentó sonar tan frío y cruel.
- disculpa si te moleste- lo miro directamente a los ojos- solo quería asegurarme de que no estes molesto- sonrío dulcemente- porque estaba pensando en que el miércoles es feriado y podríamos.
- No puedo, no estoy libre. Disculpa- Yoongi tomó su mochila y salió corriendo para no ver la cara del mayor quebrando en tristeza.
彡
Cuando estaba en el taxi tardé unos minutos en conectar los puntos, lo primero que pensé fue "¿cómo podemos ser del mismo lugar y no haberlo notado? Quizás no escucho cuando nombraba las localidades..." pero era demasiado inocente de mi parte creer eso.
No asistimos a la misma escuela, tampoco podíamos conocernos por un mismo amigo, pero algo nos tenía que unir para que lo haya ocultado de esa forma.
Como última medida busque fotos en mi celular para corroborar de que no fuera algún conocido antiguo, pero un balde de agua fría me cayó encima cuando vi a Namjoon sonriendo junto a mis primos en la foto que hace unas horas había buscado. Ahora era obvio quien era Kim Namjoon.
Quien compró la pintura para aquel día en que los separaron de curso, la persona que siempre los acompañaba a los bares, el chico tranquilo o "la estabilidad del grupo" (como ellos lo llamaban) que formaba parte de las anécdotas de verano. Los conocía, y muy bien, de seguro sabía quien era yo desde antes.
¿Porque mintió?
- Señor, hemos llegado- el taxi se detuvo frente al edificio en el que vivía.
- Claro- le di el dinero que marcaba el contador y baje del coche- muchas gracias.
彡
- Yoon- gritó Taehyung cuando pase como rayo a su lado- ¿de quien corres?- no me detuve y seguí corriendo- Esta bien, no me digas. Yo te sigo por si acaso- el oxigeno comenzó a faltarme.
- De nadie - suspire tratando de re recuperar aire- me está siguiendo- fui perdiendo velocidad lentamente.
- Entonces ¿porque corres?
- Yo- mis piernas me abandonaron por completo, convirtiendo la corrida en trote- No lo se.
Algo extraño me estaba oprimiendo el pecho, traté de apaciguarlo estirando el cuello de mi remera pero no dio resultado.- lentamente frené frente al mural de los estudiantes de artística, sostuve mi cuerpo con las manos en mis rodillas, agache la cabeza y viendo al piso por unos segundos deje que mi cuerpo descansara.
- ¿Estas bien?
- No se que hacer- mi espalda se contraía junto a mi respiración- Soy un idiota. Espera ¡No! El es un idiota- me erigí y deje caer mi cabeza hacia atrás, tapando mis ojos con la mano.
- Yoon, debes calmarte- el pasillo sin salida nos daba un poco de privacidad a ambos- respira y déjame ver que te pasa- Ver..
Abrí mis ojos, en el mural que antes había ignorando brillaba en la hermosa pintura de dos personas alejándose en distintas dirección.
- No me quiero alejar de él- pronuncie por lo bajo.
- ¿Paso algo con Namjoon?
- Tengo que hablar con el- mis pies pidieron moverse.
- Pues ve ¿Que estas esperando?- ordenó con obviedad Taehyung.
- ERES EL MEJOR TETE- con toda la fuerza que tuve clave un pie en el piso par tomar embion hacia el otro lado- ¡Gracias!- retome la carrera contra el tiempo, pero ahora buscando a quien de antes corría.
Esta ves no me alejaría hasta desaparecer de la vida de los demás para no afrontar la incomodidad y el compromiso.
Casi como en una pesadilla, mis pasos no parecían tomar distancia, el horario de salida había llegado y no encontraba a nadie en los salones, las pocas personas que veía venían en la dirección contraria, abandonando la institución.
- Sr Hirai ¿ha visto a Kim Namjoon?- como siempre venía sumida en su propio mundo.
- Vino a charlar a mi despacho hace rato, seguramente ya se fue- otra ves debía correr hacia el otro lado, rogando que no esté muy lejos de la entrada.
- Muchas gracias Sr Hirai.
- No hay de que.
La luz gris y los paraguas de los alumnos me anticiparon de la tormenta que había afuera, subí mi capucha y salí empujando a quien se cruzara en mi camino.
- ¿Donde estas?- el camino al edificio se hacía eterno.
A medida que avanzaba la gente iba desapareciendo, hasta quedar completamente solo una calle antes del departamento de Namjoon. Al llegar a la esquina lo vi buscando sus llaves resguardándose bajo un suéter que sostenía sobre su cabeza.
- ¡Nam espera!- grite mientras giraba la llave en la cerradura.
- ¿Yoongi?
Holi, disculpen la tardanza, tuve un millón de cumpleaños en dos días y ni pude tocar mi celular. Espero disfruten de la serie ¡hasta el próximo viernes!
ESTÁS LEYENDO
la voz del mar/ Namgi Bts
RomanceYoongi iba todos los días a las orillas del mar a tocar la guitarra, Namjoon le ponía letra a las melodías desde las alturas del puerto. Ir a ver a su preciado pelimenta era la actividad favorita de Namjoon. Pero un día, Yoongi desapareció sin dejar...