Orígenes

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     El Fuhrer presionó a Schmidt para priorizar el encuentro de su más preciada joya, quien estaba en las manos de Estados Unidos a través de una carta escrita enviada por su más cercano soldado a quien el líder de Hydra eliminó sin piedad alguna

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     El Fuhrer presionó a Schmidt para priorizar el encuentro de su más preciada joya, quien estaba en las manos de Estados Unidos a través de una carta escrita enviada por su más cercano soldado a quien el líder de Hydra eliminó sin piedad alguna. Mientras tanto, Schmidt estaba en una de sus instalaciones preparando algunas armas con el poder de la Valquiria junto con su leal compañero Arnim quién le mencionaba algunos datos importantes de la producción.

—Aumente la producción en un 60 por ciento y que nuestras otras instalaciones hagan lo mismo—Ordenó Schmidt mientras anotaba algo en su libreta.

—Pero estos prisioneros... yo no creo que tengan la fuerza —Dudó Arnim viendo a algunos prisioneros incluso desmayarse por la falta de comida y descanso.

—Use la fuerza que les quede, doctor, ya llegarán más obreros —Sugirió el líder, mientras se posicionaba firmemente—. También, ordene la búsqueda y extracción de Kathryn Müller, sé que Erskine nos la quitó de las manos.

—¿Cree que está viva, señor?

—Y usó el suero para fortalecer sus poderes, recomendaría encontrarla antes de que sea demasiado tarde —Schmidt miró por última vez al enano quien miró confundido hacia otro lado.

     Miles de dudas surgieron en la cabeza del Doctor Zola ante los dichos de su líder. Suspiró antes de ponerse en marcha por la búsqueda de la muchacha y sugirió comenzar colocando un perímetro en la zona en donde el infiltrado alemán pudo acceder sin problemas al laboratorio, teniendo la esperanza de tener alguna prueba de su paradero actual.

 Suspiró antes de ponerse en marcha por la búsqueda de la muchacha y sugirió comenzar colocando un perímetro en la zona en donde el infiltrado alemán pudo acceder sin problemas al laboratorio, teniendo la esperanza de tener alguna prueba de su par...

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     Steve y Katherine caminaron rápidamente en aquél tenebroso bosque. La doncella cobalto pudo detectar a tiempo un par de trampas dejadas por los de Hydra que no tuvo ningún problema en neutralizar hasta que llegaron a la fábrica que mencionó Peggy, haciendo que Kathryn tuviera una nueva visión de su pasado.

«Adolf Hitler y Benito Mussolini saludándola»

     Kath se espantó por un momento, quería tener respuestas ante aquellas visiones y que realmente és. Steve alentó a su compañera dándole unas pequeñas palmadas en su fina espalda, a lo que la castaña asintió y juntos esperaron alguna carnada para entrar sin ser vistos.

     El ruido de motores acercándose fue una señal para ambos, ya que algunos vehículos se dirigían hacia la entrada de la fábrica, la oportunidad perfecta para entrar. Steve hizo una pequeña señal para que lo tomara con sus poderes entraran juntos sin hacer ruido, la castaña acató y juntos entraron al último vehículo quién estaba custodiado por dos guardias de Hydra. El equipo se encargó de ambos guardias y esperaron a que el vehículo se detuviera en algún punto, Katherine sugirió estar preparados en caso de que algún guardia revisara el sector en donde estaban y Steve asintió, colocándose en posición de defensa mientras que la castaña se quedó detrás de él.

     La castaña sin querer observó la buena herencia que dejó el suero en Steve, hizo un gesto con su cara enfatizando sus labios en un óvalo perfecto y al final soltando una pequeña carcajada, llamando la atención del contrario.

—Steve, ¿Te han dicho alguna vez tus fans que eres el trasero de América? Por que quiero ser la primera en decírtelo —Katherine se sinceró en un leve susurro.

—Gracias, supongo —Steve rió ante el mal chiste de su compañera mientras se sonrojaba lentamente.

     Una vez que se detuvo el vehículo, un guardia abrió la manta que envolvía la parte trasera del vehículo, observando el escudo del Capitán América, quién luego dio un fuerte escudo con el en toda su cara, lanzándolo por unos breves segundos al aire impactando duramente ante el pavimento del lugar. 

     Ambos salieron rápidamente del vehículo y se dirigieron a donde se encontraban unos tanques estacionados para ocultarse mejor en el lugar. Katherine se encargó de algunos guardias mientras guiaba a Steve a un lugar más alto para encontrar aquella entrada en donde estaba Bucky. 

¿Tomarás mi mano? - Howard StarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora