El poder Estadounidense

274 78 5
                                    

     Abraham Erskine leía pacíficamente el periódico mientras llevaba su nuevo experimento al país que lo acogió con los brazos abiertos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

     Abraham Erskine leía pacíficamente el periódico mientras llevaba su nuevo experimento al país que lo acogió con los brazos abiertos. La joven castaña dormía plácidamente mientras que el hermoso cobalto resplandecía por gran parte del cuerpo de la Alemana, su poder cada vez empeoraba en el vuelo a Estados Unidos.  Uno de los agentes susurró al oído del alemán, confirmando que ya estaban en la tierra de la prometiente libertad.

     Kathryn se despertó de golpe al sentir que el avión estaba descendiendo, agarrando firmemente de donde estaba sentada, provocando una ligera carcajada de Erskine, dándole ideas de que tal vez —Solo tal vez— le tuviera miedo a las alturas.

     El avión al detenerse, los primeros en moverse fueron los agentes para cubrir al científico, ya que se han avistado agentes de Hydra buscándolo específicamente a él, Kathryn se levantó de su asiento y como pudo se bajó del avión, esperando la bajada del científico.

—A si que... Estados Unidos, el gigante de américa—. Balbuceó Kathryn antes de que le agarrase un estornudo.

—Así es, tengo algo en mente para tí niña —Erskine se acercó a ella—. Desde ahora, eres Katherine Marshall aquí en estas tierras, también necesito que te enlistes en la armada norteamericana.

—¿Por qué? si a lo más que puedo llegar a ser es ser enfermera.

—Hay una mujer que llegó hace poco de Inglaterra, Margaret Carter —Mencionó el Alemán mientras avanzaba—. Ella es parte del ejército, una agente...

     Kathryn se sorprendió ante las palabras del científico, mientras que este la miró con una leve carcajada en su rostro. Al buscar sus pertenencias, ambos tomaron rumbos hacia el laboratorio de Erskine para comenzar a hacerle los análisis correspondientes a su nueva rata de laboratorio. Kathryn estaba asombrada con lo que estaba viendo a su alrededor, muchos soldados estaban en las calles resguardando algún ataque sorpresa de los del eje mientras que la gente caminaba angustiados de que cualquier cosa podría pasar.
 

     Al llegar al lugar, Kathryn se bajó del vehículo y buscó con la mirada al Alemán, quien buscaba con detalle y lujos el lugar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

     Al llegar al lugar, Kathryn se bajó del vehículo y buscó con la mirada al Alemán, quien buscaba con detalle y lujos el lugar. Al encontrarlo, miró a la chica y la guió hacia el lugar donde vendían antigüedades. Al entrar, una Señora de avanzada edad emergió de una cortina mirando con picardía al científico, Kathryn se asustó un poco al ver a la señora y se colocó a la defensiva, sacando sus poderes intencionalmente.

¿Tomarás mi mano? - Howard StarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora