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Marinette

Los dos nos sentamos en la cafetería, pedimos nuestros cafés y nos quedamos en silencio unos segundos.

Adrien: Bueno... ¿Llevas mucho en la empresa?

Marinette: Sí... Un... Par de años.

Adrien: Oh, ya veo.

Adrien sonrió y yo le sonreí levemente, luego, hablé.

Marinette: Te quería pedir disculpas.

Adrien: ¿Qué? ¿Por qué?

Adrien me miró con una cara de clara extrañeza.

Marinette: bueno, por ser tan torpe, lo siento. Me pediste un boli y terminé dejándote sin él.

Adrien: No te disculpes, no pasa nada.

Marinette: Ya... Bueno...

Adrien me sujetó la mano con la suya.

Adrien: Enserio. No te juzgues.

Marinette: Vale... Bueno, jeje, háblame de ti. ¿Cuál es ese trabajo por el que no querías que te reconocieran?

Adrien

Cuando Marinette me hizo esa pregunta me quedé en blanco y carraspeé.

Adrien: bueno, te digo, pero no te rías por favor.

Marinette: De acuerdo.

Adrien: Fui filero profesional.

Le dije un trabajo que si hice una vez, por lo tanto no era del todo mentira.

Marinette: Em.. ¿Filero? ¿Que es eso? No lo había escuchado nunca.

Adrien: Bueno, es un trabajo en el que te pagan por hacer cola por otra persona.

Marinette: ¿Como cuando alguien espera una cola para un concierto y le entran ganas de hacer pis?

Adrien: Sí, los fileros, permitimos a las personas ir a hacer lo que quieran mientras guardamos el sitio.

Marinette se sorprendió y sacó una tierna risa.

Marinette: Uy! Dijiste que no me riera, perdón.

Yo sonreí, casi inconscientemente.

Adrien: No pasa nada. Bueno, ahora hablame de ti.

Marinette: Pues...

Antes de responder, mi teléfono de gigoló, pues tenía dos teléfonos, comenzó a sonar.

Adrien: ¿Me disculpas? Es algo importante.

Marinette: Oh, sí, claro, adelante.

Salí fuera del restaurante y respondí.

Adrien: Hola, soy Adrien Agreste, gigoló, ¿Desea mis servicios?

Desconocida: Sí, estoy en la cafetería "Serendipity"

Mi corazón dio un vuelco cuando nombró la cafetería en la que yo estaba con Marinette.

Adrien: ¿Nombre?

Desconocida: Isabella. Tengo 34 años.

Adrien: ¿Donde quieres hacerlo, Isabella?

Isabella: En el baño de hombres. No tardes, estoy muy caliente.

Adrien: De acuerdo. Estoy cerca.

Revisé mis bolsillos y sentí un preservativo a través de ellos.

Traté de pensar en cosas para ponerme duro, pero no lo lograba.

Me fui a un callejón donde no había nadie, y trate de pensar una y otra vez en cosas que me excitasen, y tras miles de intentos lo logré, me puse la chaqueta alrededor de la cintura para tapar mi erección y entré en la cafetería.

Adrien: Hola Marinette, ya he terminado, voy un segundo al baño y seguimos ¿Vale?

Marinette: Vale, sí, tranquilo.

Marinette me mostró una agradable sonrisa y entré en el baño de hombres.
Una chica delgada, de pelo negro y atractiva, me esperaba con una postura seductora.

Isabella: Hola, te estaba esperando. Entremos a uno de los baños individuales.

Adrien: Si.

Isabella: ¿No te puedo besar no?

Adrien: Tienes que pagar más.

Isabella: Uf, paso.

La chica se apoyó en la pared, se quitó las braguitas, pues llevaba un vestido corto y yo me bajé un poco el pantalón y el boxer.

Isabella: Uf, ya está duro... Pero necesito besarte, te pagaré más, me cuesta mucho hacerlo así, sin más.

'Isabella' me besó mientras yo le correspondía con pasividad.
Me coloqué el preservativo, la sujeté en mis brazos y comencé a penetrarla con rapidez.

Isabella: Ah..., Uf... sí, así...Mmm... Ah, espera, por detrás.. ah..

La joven se giró y comencé a embestirla por detrás.

Isabella: Ah, sí... Mm.. que bien.. ah...

Miré disimuladamente mi reloj, deseando que se corriera.

Adrien: Baja un poco la voz. Te van a oír.

Isabella: Me la suda.. ah.. que me oigan... Ah.. me corro...

Adrien: Vale.

Isabella: Córrete conmigo, ah...

La chica se corrió y yo salí de ella.

Me quité el preservativo y ella me miró.

Isabella: ¿No te has corrido?

Adrien: Bueno, hay gigolós que se corren muy rápido, y otros que no tanto.

Isabella: ¿Quieres que te haga una mamada?

Adrien: No, no me puedes satisfacer, va en contra de las normas de los Gigolós.

Isabella: Pues nada, tú sabrás. ¿Cuanto te debo?

Adrien: 100€, más comisión por el beso, que son 40€, más 50€ por cambio de postura. Da un total de 190€.

Isabella: Ah, bueno, vale.

La chica se sacó unos billetes de su escote y tras contar los billetes, me pagó.

Isabella: Ala, ya está, ¿Salimos?

Adrien: No, sal tú.

Isabella: Ok, te llamaré otro día.

Adrien: Mientras me pagues...

Isabella: Si, no te preocupes.

Me quedé en el baño tratando de, esta vez, poner mi miembro flácido.
Me miré en el espejo, me arreglé el pelo y me quité el poco de labial que había en mis labios.

Una vez mi pene volvió a estar flácido y yo ya estaba arreglado, como si nada hubiera pasado, salí.

Marinette

Me llevé mucho tiempo esperando a que saliera del baño y cuando estaba a punto de irme, volvió junto a mi.

Marinette: Ya casi me iba...

Adrien: Dios mío, no, no te vayas, discúlpame. Es que me ha sentado un poco mal el café.

Marinette: Oh, vaya. ¿Estás bien?

Adrien: Sí, todo bien. Bueno, lo que te había preguntado antes... Um... Cuéntame algo de ti.

Yo le conté algunos aspectos interesantes de mi y de mi familia y trabajo y pasamos un buen rato en la cafetería, riendo de vez en cuando, como si fuéramos amigos que no se veían en mucho tiempo, Adrien me hizo sentirme cómoda en su compañía, lo que me hacía sentir cosas, aunque no se muy bien el qué.

Continuará...

🔹El gigoló y ella 🌸 [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora