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—Puedes quedarte en el cuarto de visitas—me dijo Harry y yo asentí, el señor Clearwater se marchó a la cocina y yo me quedé en un incómodo silencio.
—¿Y dónde queda el cuarto de visitas?—pregunté al aire
Creo que el señor Clearwater por alguna extraña razón, pensaba que yo sabría dónde quedaba el cuarto de visitas, apesar que jamás había estado antes en su casa.
Seth que estaba a un lado de mí se rió por el pequeño olvido de su padre
—Vamos te llevo—dijo Seth animandome a subir las escaleras
Suspire y lo seguí, mientras escuchaba los peldaños crujir y de paso observar las fotos de la familia Clearwater, que se encontraban colgados entre la pared de las escaleras y los pasillos.
<<Que envidia, en mi familia no teníamos esa clase de fotos, ni de las más tontas>>
Una foto me mostraba a un pequeño Seth de unos cinco años, que sostenía un gran pez en sus pequeñas manos, mientras su padre lo observaba con orgullo y amor detrás de él.
—Mi padre adora pescar, me enseño hacerlo antes que caminar—me comento el chico al ver que observaba la foto con mucha atención
—Creo que a todos los hombres de la reserva les gusta pescar.
—¿A tí te gusta?
—No soy una persona paciente.
—Si quieres puedo enseñarte.
Imaginarnos a los dos en un pequeño bote, alejados de la orilla y de las personas puedo decir que sí me gustaba.
—Sería bueno darle una oportunidad.
El chico sonrió ante mi respuesta para después guiarme al cuarto de visitas.
—Aquí es, mi cuarto es la última puerta del pasillo, si necesitas cualquier cosa sólo dímelo.—dijo Seth antes de dejarme a solas.
Me senté en la cama dejando mi mochila a un lado, pude reconocer un bolso que era mío y se encontraba en un sofá.
<<¿Son mis cosas? Pero, ¿en qué momento el señor Clearwater fue a por ellas?>>
Supongo que debió ser Paul, pero creí que estaba tan enfermo como para estar con él en la casa, pero, ¿no lo está para empacar mi ropa?
Todo este asunto está muy extraño, pero dudo que Harry me diga algo.
Tome un cojín de la cama y me lo coloque en la cara para soltar un pequeño gritó en el, servía para tapar pequeño berrinche, pero la puerta se abrió de golpe.
—Maya mi mamá dice....—Seth se quedó en silencio al verme patalear.—¿Estás bien?
<<¡Mierda no! ¡Porque justo en este momento Seth!>>