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A la mañana siguiente, en cuantos los señores Clearwater pisaron la casa, Seth les fue con el chisme de anoche, claro que el chico sobre exageró un poco y les pidio que me hicieran cambiar de opinión de volver a mi casa.
—Seth tiene razón cielo, no le hagas caso a Leah, hablaré con esa niña—dijo Sue
—No es necesario Sue, es simplemente, extraño a Paul y ya hablé con él, vendrá en un rato pasara por mí.—dije y Sue asintió antes de abrazarme.
Admito que extrañaré la calidez que se sentía en la casa Clearwater.
—¿No te vas por qué Leah te grito? No tienes que hacerle caso, son mis padres quienes mandan en esta casa y a ellos les agradas Maya.-dijo Seth tratando de que me quedara
—No es por eso Seth, pero ya he estado aquí, tengo que regresar a mi casa con Paul.
—Pero no es necesario.
—Si lo es Seth.
—Pero, ¿quién jugará conmigo?-preguntó Seth cómo un niño pequeño
<<Es una ternura>>
—Podrás ir a mi casa o bien, me invitas aquí, extrañaré las comidas de Sue.-dije con mucha pena, haciendo un puchero y el chico rió
—¿Sólo estas aquí por la comida de mi madre?-preguntó ofendido
—Es una verdad que tenías que saber Seth-nos reímos antes de que el timbre de la casa Clearwater sonará.
<<Ese debe ser Paul>>
—Maya llegaron por tí-anunció Sue desde las escaleras
—¡Voy!-dije tomando mi bolso mientras aseguraba haber dejado toda la habitación ordenada.
—Adiós Maya-me despidió Seth desde la puerta y yo choque su puño
—Hola de nuevo Paul-saludé a mi hermano después de un par de semanas distanciados
—No me veas así renacuajo, ahora vamos a casa o la pizza se enfriara-dijo Paul entregando la caja, las Pizza's Fuller's era lo mejor que tenía la reserva Quileute.
—Okey, has ganado esta batalla Lahote.-me burlé
—Tiene tocino.
—¡Te amo hermano!-dije mientras lo abrazaba escuchándolo reír.-¿Estás bien?-pregunté preocupada
—Si ¿por?
—Estas ardiendo, tienes la temperatura muy alta, no creo que sea algo normal. Tal vez deberíamos ir al hospital.
Pude notar como el rostro de mi hermano cambió drásticamente en cuanto pregunté aquello.
—Estoy bien Maya, solo no te preocupes.-Paul siguió conduciendo a casa sin decir otra palabra.
Suspire en cuanto entramos a casa, se sentía extraño volver, extrañaba a Seth y su entusiasta persona, pero nunca iba a decirlo en voz alta.
—Ve a tu habitación a dejar tus cosas y baja, veremos alguna película—dijo Paul y asentí.
La casa Lahote era silenciosa, las únicas voces eran las mías y las de Paul, a veces las de Cassie y Aurora. Pero últimamente, mi hermano no pasaba tiempo con ellas.
Suspire, lanzando mi bolso a cualquier parte de la habitación y mi cuerpo se lanzó a mi cama.
Puedo asegurar, que extrañaba mi habitación y mi propia cama, me sentía como una intrusa en la habitación de invitados de los Clearwater. Una parte de mí estaba tranquila al estar en mi propio espacio.
¡Diablos!
Leah arruinó todo, ¡claro que me fui por ella!, no iba a sentirme cómoda después de que me gritó. Odiaba los gritos, mi padre nos gritaba mucho a mí pero sobre todo a Paul.
¡AGH!
Por fin estaba haciéndome muy cercana a Seth, temía que se arruinará. No debería ser así.
Enserió, espero que las cosas aquí en la reserva Quileute sigan tan tranquilas como siempre.
—¡Renacuajo tendré que salir pero tratare de volver lo antes posible!—gritó Paul cerrando la puerta principal sin esperar mi respuesta.
Rápidamente me levanté de la cama, las cortinas estaban abiertas desde la última vez y pude ver como Paul comenzaba a sacarse su polera para entrar al bosque.
—¿Por qué Paul se quito la ropa?—pregunté curiosa, tenía el bichito de querer investigar.
—No creo que sea lo correcto—murmure aún pensando con la idea en mente. —Sé que a Paul no le gustaría que saliera a esta hora.
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