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~ Seth Clearwater POV ~
Todo en mi vida se estaba complicando, mi hermana Leah estaba deprimida por su ruptura repentina con Sam Uley; Además, la traición de nuestra prima Emily, que ahora resulta ser la novia de Sam.
Esa traición rompió lazos en nuestra familia.
Mi hermana se sentía herida, sobre todo con papá, que parecía estar de parte de Sam y Emily; Leah no podía creer que prefería a esas personas por sobre su propia hija.
Eran peleas constantes.
Sin embargo, las cosas se tranquilizaron un poco con la llegada de Maya Lahote, quien al parecer, estaba teniendo un poco de problemas en su casa con su hermano mayor, Paul Lahote.
Aunque, me sorprendió que papá la haya invitado personalmente para alojar en nuestra casa.
Mi relación con Maya era cordial, más no cercana, la chica tenía el carácter de los Lahotes así que era difícil de lidiar. No me desagradaba pero, tenía que andar con cuidado, no quería tener la nariz o un brazo roto.
-Hijo iré de caza con Charlie-me comentó papá llegando a mi habitación
-Claro, cuídate, te quiero-dije abrazando a papá y él me sonrió antes de dejar un beso en mi frente
-Leah cariño, princesa iré de caza, nos vemos-papá trato de entrar a la habitación de mi hermana pero solamente recibió un fuerte portazo, mi padre suspiro antes de colocar la mano de su palma en la puerta de madera. -Leah nunca olvides que tu padre te ama muchísimo, ojalá un día entiendas como fueron las cosas.
Mi padre se marchó al no tener respuesta alguna, hice una mueca por el trato de Leah; Pero eso no me importaba, por una razón estaba teniendo un mal presentimiento.
Que razón tenía, debí pedirle a mi padre que por favor no fuera a cazar, debí insistir a Leah, que no todos somos eternos.
[......]
Mi mundo se derrumbó en cuanto mi madre, llorando desconsolada me dio la noticia.
Mi padre había muerto, sufrió un infarto cuando estaban de caza.
Ver el cuerpo inerte de mi padre en los brazos de mi ex cuñado, Sam Uley, me dolía demasiado, más no estaba llorando.
No podía analizar que mi padre se había ido para siempre, para nunca más no volver.
Las personas de la reserva y Charlie Swan comenzaron a llegar a mi casa para poder ayudar con el funeral, al igual que los chicos de Sam.
—Seth ve a tu habitación, estás ardiendo—comentó mi madre y asentí
No quiero estar bajo la mirada de lástima de todas estas personas.
