Capítulo 14: Seattle

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He notado como Paul ha estado nervioso, más nervioso de lo usual, incluso me obligó a prometer que no pisaria Seattle por nada del mundo

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He notado como Paul ha estado nervioso, más nervioso de lo usual, incluso me obligó a prometer que no pisaria Seattle por nada del mundo.

—Eres extraño, ¿lo sabes no?—pregunté a mi hermano mirándolo con una ceja levantada

—Sólo prometelo Maya, Sam impuso zona de alerta, nadie de la reserva puede salir hasta nuevo aviso.—dijo y yo abrí los ojos

—¡¿Qué?! ¿Y qué dice el consejo sobre esto?

—Ellos están de acuerdo, algo malo está sucediendo en Seattle y no arriesgaremos a nuestra gente, en ese lugar no podemos protegerlos.

—¿Protegernos de qué?

—Deja de ser tan metiche Maya. Esto no te incumbe de ninguna manera.

—¿Entonces para qué me metes?

—¡Ay Maya deja de desesperarme!—Paul salió de la casa molesto como siempre y yo bufé

—Él empezó—murmure encendiendo la televisión.

Amaba a mi hermano, enserió, era mi única familia pero Paul era complicado, siento lástima por Cassie, yo no lo elegí a Paul pero ella sí, Pero ¿Qué demonios le ve?

—"Las personas en Seattle cada vez temen salir de sus casas, las muertes y desapariciones han ido en aumento, la policía cree que se trataría de una nueva pandilla que llegó a la ciudad".—la periodista mostraba una imagen de Seattle para nada alentador.

—Pobres familias—murmure viendo como padres lloraban sobre las fotos de sus hijos.

<<Quizás Paul tenga razón y no deba aparecer por Seattle>>

Pero como dice el dicho, "La curiosidad mató al gato pero murió sabiendo"

Convenciendo cada duda dentro de mí, me aseguré de que Paul no volvería en un par de horas antes de tomar alguna mochila y escribir una nota.

'Estoy en la pizzeria Fuller's '

Después de eso e ignorando la culpa, salí de casa tomando la motocicleta de Paul, él aún se negaba a regalarme una propia a causa de su sobreproteción y no importaba que yo ya supiera conducir.

Incluso había sacado una licencia otorgada por el Sheriff Swan, sin embargo, claro que esta decía que debía ver un adulto acompañando.

Pero omitamos los detalles.

Conduje con cuidado por las carreteras, asegurándome que nadie de la reserva pudiera delatarme con el consejo o Sam Uley.

Cuando estuve en Seattle un olor dulzón y asqueroso provocó que mi nariz ardiera.

<<¡Dios que asqueroso olor!>>

𝐖𝐨𝐥𝐟 𝐋𝐨𝐯𝐞 《𝑺𝒆𝒕𝒉 𝑪𝒍𝒆𝒂𝒓𝒘𝒂𝒕𝒆𝒓》 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora