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Desperté de un agradable sueño, en el cual golpeaba a mi profesor porque me reprobaba.
Bostece
Observé mi cuarto, de un color violeta, si a mis compañeros de clase les dijeran, que yo, Maya Lahote tiene el cuarto de color violeta, el cobertor, cojines y cortinas de ese mismo color, se burlarían.
¿Por qué?
Fácil, soy la temperamental de la clase, siempre estoy metida en problemas o en detención. Más en detención que en el aula de clases.
¡Pero no es mi culpa que las personas sean idiotas!
Suspiré
Observé el reloj, eran las 07:30AM, gemí de cansancio, odio levantarme tan temprano, odiaba la escuela.
Mi puerta fue abierta con brusquedad y mi hermano mayor, Paul Lahote, me observó desde allí.
—¡Ya levanta tu culo de la cama y ven a desayunar!—Paul se fue dejando la puerta
—Buenos días para tí también Paul.—murmure mientras me sentaba en la cama, volví a suspirar, pero esta vez viendo mis pies descalzos.
Temprano en la mañana, necesitaba más de diez minutos para analizar mi existencia.
—¡Maya Lahote trae tu culo aquí o subiré y no te gustará!—el gritó de Paul se escuchó desde la cocina y rápidamente busqué mis pantuflas.
No era buena señal que Paul subiera, sería capaz de tirarme agua y llevarme a la escuela en pijama. Y aunque lo hiciera, nadie es tan estúpido en el instituto de la reserva como para molestar a un Lahote.
No éramos conocidos por tener de virtud la paciencia, al contrario, todo Lahote es alguien muy temperamental.
—Okey ya estoy aquí, últimamente has estado más irritado Paul.
—Y tú estarías mejor en silencio—Paul sirvió dos tazas de café y yo solo rodee los ojos ante su respuesta descortés, estaba acostumbrada a sus tratos.
—Pues okey—murmure sin decir más y subí a mi habitación para vestirme.
Cuando estaba observando mi reflejo en el espejo, pude ver a Paul salir por la cocina en dirección al bosque. Rápidamente abrí la ventana para gritar.
—¡PAUL IMBÉCIL, ¿A DÓNDE VAS?!
Paul ignoró por completo mis llamados, bufé dejando la ventana abierta para que la habitación se ventilara.
[......]
En cuanto llegue al instituto con un termo de café sin preocupaciones, estaba llegando tarde como siempre. Nunca me molestaba en llegar temprano, el aula de clases seguiría allí.
