Myosotis

Cap 6

Después de recibir la devastadora noticia, el día parecía volver a estirarse hasta la eternidad. En clase, el constante tic-tac del reloj en la pared era el único sonido que alcanzaba mis oídos, una tortura lidiar con la lentitud con la que avanzaban los minutos. Si no fuera por la insistencia de mi padre en que completara mis clases, habría abandonado el lugar. La ansiedad me atenazaba mientras esperaba desesperadamente cualquier señal de mi madre o una llamada que me informara de su paradero, pero eso nunca llegó.

Mi padre me pidió que intentara no angustiarme en exceso, asegurando que si mi madre no aparecía hoy, lo reportaría mañana a la policía. No sabía que tan preocupado estaba mi padre, tal vez incluso más que yo, pero no podía evitar sentirme ansioso y aunque traté de mantenerme esperanzado, no podía evitar sentir la incertidumbre que se apoderaba de mí al no recibir respuesta a mis llamadas. ¿Por qué había tomado esa decisión? ¿Qué había llevado a mi madre a desaparecer sin explicación?

¿Acaso se pelearon?

Al concluir mis clases, salí apresurado de la universidad con Seth a mi lado, que deseaba brindarme apoyo en esta situación. Mi moto rugió bajo mí mientras me ponía el casco, lista para partir.

- Yo iré a revisar el lado norte de la ciudad - Anuncié, acelerando mi moto con determinación. No había tiempo que perder.

- En ese caso, revisaré el otro extremo. Te mantendré informado.

Asentí con gratitud, agradecido por su disposición a ayudarme. La carretera se extendió ante mí mientras me dirigía hacia casa, comenzando mi búsqueda por los lugares que sabía que mi madre solía frecuentar. Una cafetería a la que solía frecuentar resultó inútil en proporcionar información sobre su paradero, incluso aquella peluquera a la que iba, dejándome con un sentimiento de impotencia. Nadie parecía haberla visto ni tener noticias de ella.

Mi búsqueda continuó en las calles, mostrando su foto a cualquiera que se cruzara en mi camino. "¿La has visto? ¿Has visto a esta mujer?" repetí incansablemente. Sin embargo, ninguna pista sólida emergía de mis esfuerzos, y la preocupación por mi madre se apoderaba cada vez más de mí.

Ella siempre había sido frágil, lidiando con una serie de problemas de salud mental que requerían medicación constante. Sus manos temblorosas y su ansiedad eran manifestaciones evidentes de su lucha interna. Pero esto, esto era un nuevo nivel. No me había dado cuenta de su deterioro, no había visto las señales. ¿Cómo pude haber pasado por alto algo tan crucial? ¿Por qué no me pidió ayuda? Las preguntas se agolpaban en mi mente, mientras me enfrentaba a la realidad de que, incluso en sus momentos más oscuros, siempre buscaba consuelo en mí.

¿Otra decaída?

Mamá siempre venia a mí...

Continué en la carretera durante horas, haciendo paradas para preguntar a los guardias si la habían visto, algunos me dieron alivio al prometer de llamarme si veían a alguien que se pareciera a ella. 

...

Cuando el atardecer comenzó a teñir el cielo, mi teléfono sonó, interrumpiendo mi búsqueda. Me aparté en un callejón para contestar, con la esperanza de buenas noticias, de que mi madre hubiera sido encontrada.

- ¿La encontraron? - Pregunté con un nudo en la garganta.

-... No, aún no - La voz de mi padre sonaba cansada y preocupada al otro lado de la línea.

Me preguntó por mi ubicación, supongo que sospecho que la estaría buscando.

No tarde en preguntar al respecto, quería encontrar una razón para que mi madre tomara tal decisión de marcharse, hubo un silencio incómodo antes de que continuara hablando, proporcionándome más detalles. Al parecer había habido una "pequeña" discusión entre ellos, lo que pudo haber sido lo que la impulso a hacer todo esto, pero no me terminaba de convencer, había algo más detrás de todo esto. Me compartió que había llamado a todos sus contactos, pero ninguno tenía información sobre su paradero.