Cap 17

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Un ángel me llamaba, me pedía despertar de mi sueño, ¿Estaba durmiendo?, Decía mi nombre cada vez con más fuerza pero yo no quería hacerle caso, yo no quería despertar.

Quería seguir durmiendo.

- ¡¡Ash!!

Abrí los ojos del golpe por el susto que me dió escuchar a alguien gritar mi nombre, como si fuera despertado de una pesadilla. Al percatarme más sobre mi alrededor, estaba en el suelo, envuelto en una sábana y al parecer aquella voz angelical que escuchaba, solo era Anabelle que había tenido que lidiar con mi pesado sueño.

- Por un segundo pensé que estabas muerto.

Ojalá.

- ¿Dormiste en el suelo? - Arqueo una ceja al hacer esa pregunta.

- Ahmm.. - Intentaba recomponerme pero a duras penas procesaba el hecho de estar vivo - Creo que me caí de la cama.

De verdad creí haberme pasado a la cama anoche pero creo que estaba tan cansado que soñé que lo hice.

Como sea, ¿Que hace ella aquí?, ¿Se me hizo tarde?

La detalle bastante cómodo para el lugar en el que me encontraba, Anabelle estaba agachada frente a mí, procurando no enseñarme su ropa interior... Viéndome tan fijo que era perturbador.

- ¿Que hora es?

Ella estaba aquí por una cuestión, eso no se me sacaba de la cabeza.

- Es.. Temprano.

- ¿Puedo preguntar porqué me despertaste?

- Jeins me pidió que te despertara, sospecho que quiere que desayunes con ellos.

Grandioso.

Suspiré muy fastidiado, no veía porqué tenía que lidiar con mi familia a primera hora de la mañana, enserio no quería verlos, fue cuando repentinamente Anabelle tomo mi rostro, dejándome bastante descolocado por lo que hacía, giraba mi rostro de un lado a otro, no importandole en absoluto mi espacio personal, en otro momento quizás hubiera sido agradable pero ahora no quería tener que obligarme a convivir con nadie, ni con ella... Anabelle detalló mi rostro tanto como se le hizo posible y yo nada que comprendía lo que hacia, fue tanta la incomodidad que termine apartando sus manos de mí.

Disgustado le pregunto lo que hacía.

- Veía que no te haya quedado ningún moretón.

Por inercia toque mi rostro, como si ese golpe que había olvidado, justo ahora me causara dolor y me hiciera conciente del daño que sucedió.

- No te preocupes, tú rostro está perfecto.

Esto no debería ser natural, ¿Por qué lo hace ver tan natural?

Anabelle se levantó cubriendo la parte trasera de su uniforme y se dirigió a la puerta, como última cosa antes de salir me pidió que me diera prisa.

Apoye mis brazos al pie de la cama rebuscando las suficientes fuerzas para ponerme de pie, veía el techo perdido en alguna parte de mi subconsciente. Era ridículo lo descansado que me sentía considerando que termine durmiendo en el piso en lugar de mi propia cama.

No había dormido así de bien en un tiempo.

Me alcé levantando las sábanas y aquella almohada a la que apoyaba mi cabeza, les dejé en mi cama y fui directo a tomar mi celular como cualquier adolescente que apenas se levanta, quería verificar la hora y al comprobarla, mi amargura no hizo otra cosa que incrementar.

Era tan jodidamente temprano.

Frote mi cabello y deje mi teléfono en la mesa de noche cargando.

La necesidad de orinar me llevo hasta el baño, aún desorientado por el sueño me propuse a intentar apuntar y no hacer un desastre a la hora de mear, tenía esa vaga sensación de estar olvidando algo pero consideraba más eficaz esperar a recobrar mis sentidos que obligarme a recordarlo ahora.

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