"No te enamores de mi niño, yo no se querer y no me dejo amar"
Beomgyu después de ser abandonado por su novio de ocho años decide probar cosas que jamás ha hecho, es así como llega hasta la cama de Yeonjun buscando en sus brazos refugio a sus penas.
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El ánimo de Sunoo cuando regrese a la mesa junto con Yeonjun no era bueno, por lo cual regresamos temprano a casa de Jungwon, donde intentamos muchas maneras de subirle el ánimo a Sunoo, lamentablemente no lo conseguimos así que lo dejamos ir a dormir esperando que el día siguiente amaneciera mejor.
—¿Qué está pasando entre Yeonjun y tú— pregunto Taehyun una vez que solo nos encontramos los dos en la sala, Jungwon se había ido a dar una ducha.
Por alguna razón en estos días que veía con regularidad a Yeonjun, no se lo mencione a los chicos, lo había mantenido solo para mí.
—Nada.
—No soy tonto Beomgyu— Taehyun bufo —Está pasando algo cualquiera lo puede notar, Yeonjun y tú son demasiado evidentes.
—Solo nos vemos de forma casual— me escojo de hombros restándole importancia.
—Yeonjun me cae bien, pero Soobin también lo hacía y mira como terminaron las cosas, así que por favor Beomgyu ten mucho cuidado— hablo con seriedad —Eres un adulto, sabes tomar tus propias decisiones y tú conoces lo mejor para ti. Soy tu amigo y sabes que siempre que me necesites voy a estar, mejor dicho vamos a estar contigo.
—Gracias Taehyun.
Una sensación de calidez envolvió mi corazón, tenía a los mejores amigos.
...
El lunes, en mi clase de Historia del Arte Moderno, sentí mi teléfono vibrar en mi bolsillo, lo tomé pensando que el mensaje era tal vez de uno de mis amigos.
Yeonjun: ¿Vamos a vernos hoy?
Me sorprendió su mensaje debido a que él nunca había tomado la iniciativa de hablar primero.
Beomgyu: Claro. Si no tienes otras cosas que hacer.
Temí que su repentino cambio se debiera a que quería cancelar nuestro encuentro.
Yeonjun: Estoy libre. Solo quería...
Beomgyu: ?
Yeonjun: ¿Te gustaría comer fuera? Digo siempre comemos cualquier cosa en mi departamento así que pensé en variar un poco.
Mi corazón latió con fuerza al imaginarnos a Yeonjun y a mí en un bonito restaurante compartir una cena. Nos habíamos visto en bares antes de ir a su departamento, pero aun restaurante nunca fuimos y la idea me parecía estupenda.
Yeonjun: Si no te gusta la idea, no tenemos que ir.
—Me encantaría—, grite en voz alta llamando la atención de la profesora, que me dio una mala mirada.
