"No te enamores de mi niño, yo no se querer y no me dejo amar"
Beomgyu después de ser abandonado por su novio de ocho años decide probar cosas que jamás ha hecho, es así como llega hasta la cama de Yeonjun buscando en sus brazos refugio a sus penas.
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Tamborileo mis dedos en el volante mientras espero que el semáforo cambie a verde, me siento ansioso por la cena con Beomgyu queriendo que todo salga bien, incluso pensé en comprar un ramo de rosas para la ocasión, está claro que sería excesivo y lo que menos quiero es asustar a Beomgyu siendo tan intenso.
Debo de hacer avances poco a poco, esta noche sería una cena donde podríamos conocernos mejor, hay tantas cosas que desconozco de Gyu y el de mí. Tengo claro que debo de ser paciente para poder ganarme el corazón de Beomgyu y estoy dispuesto hacer las cosas bien.
Su pasada relación duró mucho tiempo, por lo cual tengo claro que Beomgyu aún no la puede superar del todo, nunca he tenido una relación de más de unos cuantos meses, aun así trataré de ponerme en el lugar de Gyu y llegar a entenderlo aunque sea un poco.
Los nervios me invaden con mayor intensidad al aparcar mi coche enfrente del edificio donde vive Beomgyu, mi corazón se acelera cuando veo a mi lindo chico esperando por mí. El día de hoy lleva una camisa azul cielo de manga larga remangada por el codo y un pantalón negro, se mira increíblemente bien.
Me saluda con una pequeña y tímida sonrisa que llena mi corazón de calidez, bajo del auto rápidamente porque necesito besarlo y sentirlo de manera desesperada.
—Ven aquí— le digo tomándolo de la cintura, atrayéndolo a mi cuerpo.
Beomgyu pasa sus manos por mis hombros para sostenerse, puedo ver lo sorprendido que está por mi repentino arrebato y a decir verdad yo estoy igual, desde que conocí a Gyu encuentro muchos lados nuevos de mi mismo.
Aprieto mi agarre en su cuerpo en el momento que uno nuestros labios en suaves caricias que no duran mucho porque el beso se vuelve más profundo y desenfrenado, ambos nos sentimos necesitados del uno por el otro.
Rompo el beso con pesar, debido a que si seguimos de esta manera los planes para cenar en un bonito restaurante se echarían a perder.
—¿Subimos a mi departamento?— me tienta con una mirada suplicante.
—Tenemos una reservación— me niego con toda mi fuerza de voluntad —Dejémoslo para más tarde.
Beomgyu hace un puchero, pero no insiste más lo cual agradezco, no creo tener suficiente fuerza de voluntad como para negarme si me lo propone de nuevo.
.
—¿A dónde vamos?— me pregunta una vez en el auto.
—Ya lo verás.
—Mmm... ¿Estoy vestido acorde al lugar?, al menos dime eso.
—Luces perfecto— respondo con total sinceridad —tan hermoso.
El rostro de Beomgyu toma el color carmesí que tanto me gusta ver y hacer aparecer.
—Tú también te miras tan bien hoy— me alaga con timidez, en ese momento no hay rastro del chico que me propuso subir a su departamento.
Todos esos lados que he podido conocer de Beomgyu me encantan.
—¿Solo hoy?— juego un poco con él aprovechando su momento de timidez.
—Sí... digo no, sabes bien que te ves bien siempre.
—Gracias— le guiño un ojo —Tú también siempre eres hermoso, sobre todo cuando estás desnudo— suelto para ver si reacción.
Lo veo abrir y cerrar la boca sin saber qué decir, ahora el sonrojo no solo se extiende por su rostro si no por su cuello y pecho.
Él se cubre el rostro avergonzado mientras me rio un poco por su reacción y acaricio su muslo, maldita sea Beomgyu es tan lindo.
En el momento que detengo el auto debido al semáforo en rojo dejo un beso en la mejilla de Beomgyu. Una gran sonrisa aparece en su rostro y en el mío se plasma una igual.
Llegamos al restaurante que según internet es perfecto para una cena romántica, de todos los lugares que mire este es el que más me gusto y espero que a Beomgyu también. Me pareció un lugar cómodo y bonito para poder conocer más a Gyu.
—Creí que me llevarías a un lugar más elegante— me dice observando el lugar.
—¿No te gusta? Podemos ir a un restaurante más elegante si quieres— debí consultar que lugar preferiría Beomgyu me reprendo.
—No este lugar es perfecto— me da una gran sonrisa —Estar en un restaurante demasiado elegante me haría sentir incómodo.
—Ufff... que bueno que te gusto— acaricio su cabello.
—Me encanto.
Me da un beso en la mejilla que me hace sonreír como un idiota, entrelaza nuestras manos y me arrastra al interior del restaurante.
Reserve una mesa en la terraza por la bonita vista nocturna de Seúl a la cual seguramente no le prestaré atención, teniendo a Beomgyu frente a mí, pero mi acompañante si lo hará sin duda. —Es tan bonito aquí— me dice con una gran sonrisa —Con Soobin visitamos muchos restaurantes, pero a este nunca venimos.
—¿Soobin? ¿Quién es Soobin?— a Beomgyu se le borra la sonrisa de inmediato.
—Mi ex— murmura
El que recuerde a su ex en una cita conmigo me hace enojar un poco, aunque trato de no demostrar cuanto me afectó, lo que menos quiero es arruinar nuestra primera salida.
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