12_Adicto

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11 AÑOS Y MEDIO ATRÁS

SAMUEL

La actitud de Carla me estaba molestando mucho. Hacía tiempo que estabamos juntos y todos lo sabian pero aun no eramos oficialmente novios. Yo quería caminar tomando la mano de ella por los pasillos de Las Encinas. Deseaba presentarla a Nano ya mi madre como mi novia. Quería mostrar orgulloso como esta magnifica mujer elegía estar conmigo.

Tampoco tiene sentido mentir. Tambien quiero que Polo deje de creer que tiene alguna oportunidad de volver con ella y que se entere que lo nuestro va enserio.

Pero constantemente Carla dice que lo nuestro no es algo serio. Que disfrutemos de lo que tenemos y ya. Sé que me miente y ese es el problema. Ella quiere lo mismo que yo pero le asusta ponerse seria con alguien. Le asusta lo que sus padres pueden pensar de mí. Aunque no lo demuestre es una persona muy temerosa.

Pero no puedo ni quiero forzarla a nada. Ella debe tomar esta obvia decisión.

Quizás no deba forzarla pero si motivarla. Carla se jacta de ser una reina de la manipulación pero quizás haya encontrado a su digno rival.

Estamos en el teatro Barceló y hoy la temática es Red Party. Veo como Carla está en la zona VIP junto a Lu quien abraza a Guzmán, Polo, Ander, Marina y Valerio. En la otra punta estoy yo junto a Rebe, Caye, Christian, Nadia y Omar. Cada tanto noto la mirada de Carla sobre mí pero cuando la miro voltea sus ojos a otra parte. Así es nuestra dinámica: cuando estamos solos nos demostramos todo el cariño del mundo y en público solo coincidimos en compartir el salón de clases. Pués ya me cansé de eso. Es momento que Carla sepa que puede perderme si no me valora lo suficiente.

Veo por allí a Isadora Artiñan. Es una rubia muy hermosa y agradable con quien cada tanto converso en el colegio. No compartimos clases ya que ella es un año mayor pero no tiene ese clasismo característico de quienes asisten a las Encinas.

Me acerco a ella y conversamos un poco. Estoy nervioso porque sé que mi plan es muy frágil pero a esta altura no pensé hecharme atrás.

Isadora responde bien a mi conversación y cada tanto se ríe de mis bromas. A lo lejos veo la mirada de Carla y por su pestañeo sospecho que está telegrafiando con la mirada la frase "voy a matarlos".

Como todo va dando el resultado deseado decido seguir. Lo bueno es que Isadora es coqueta con todo el mundo y por ello era la ideal para el plan.

Me dedico a observar disimuladamente a mi verdadero objetivo. Esa rubia que generalmente es tan altanera e impasible ahora tiene el seño fruncido y sujeta una copa con tanta fuerza que podría romperla. Aprieta su mandíbula de una forma tan graciosa que evito reirme para no arruinar el plan.

Si así actúa cuando doy golpes suaves no me quiero imaginar lo que será cuando ataque con artillería pesada.

Le digo algo al odio. Es algo tonto y superficial pero eso Carla no lo sabe y la cercanía de mis labios en la oreja derecha de Isadora hace que Carla abandone su compostura habitual. Cruza los brazos y ya ni disimula que me está mirando junto a Isadora.

Cuando Isadora decide regresar con sus amigos me despido de ella y para su sorpresa lo hago con un abrazo al que ella responde estupefacta.

Isadora se marcha pero veo que Carla se acerca. La carnada basta, la presa se está acercando. Camino al centro de la pista de baile y Carla sigue mi camino.

A un lado están sus amigos pijos quienes no me prestan mucha atención. La única que se dio cuenta es Marina que se queda mirando con una sonrisa nuestro espectáculo silencioso. Del otro lado están mis amigos quienes también están en su propio mundo.

Reunión, 10 años despuésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora