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Ha pasado por primera vez el recreo solo con George, y aunque disfruta de su compañía debe admitir que extraña a sus amigos. Que todos lo miren raro tampoco ayudaba, por lo que decidieron ir al salón de música donde nunca había nadie y ese día no era la excepción.

—¿No vas a comer? —le pregunta George.

—No tengo hambre.

Dream apoya su cabeza contra la pared. Tiene la mirada perdida y la mente llena de pensamientos. ¿Será que en algún momento sus amigos le creerán? ¿Le pedirán perdón? ¿Volverían a ser amigos?

—¿Alguna vez tú y Sapnap han peleado?

—Varias veces.

—¿Y aún siguen siendo amigos?

—Sí, lo somos.

—¿Tú crees que ellos quieran ser mis amigos de nuevo?

—Yo creo que sí. Supongo que llevas años de amistad con ellos y dudo que no te vuelvan a dirigir la palabra otra vez por algo de lo que no tienes culpa. Además los amigos pelean constantemente y es algo común. Creo que incluso se podría ver el lado bueno. Y es que a pesar de las peleas si te das cuenta que aunque quieres ser amigo de esa persona, aún cuando viste su peor faceta, es porque de verdad lo quieres, o... estas muy solo y no te queda de otra.

—Bien...

—¿Quieres desahogarte?

Dream suspira y se queda mirando a la nada por unos instantes y luego voltea a ver a George.

—¿Puedo?

—Adelante. Suelta todo lo que tienes guardado. Voy a escucharte.

Hay muchas cosas que ha querido decir desde hace mucho. Cosas que ha ocultado incluso a sus amigos cercanos. Cosas que no le ha confiado a nadie. Y cosas que ha querido decir, pero que le avergüenza. Pero ahí está George dispuesto a escuchar cualquier cosa que salga de su boca.

—Pene.

—¿Pene?

—Sí, pene.

Dream empieza a reírse y George también lo hace. Hay cosas tan infantiles e inmaduras como esas que le hacen gracia.

—Solo quería romper la tensión —admite Dream.

—Me parece perfecto. Puedes continuar cuando desees.

—Bien. Yo hasta el año anterior fui un chico muy social. Me encantaba salir de fiesta con o sin mis amigos, hacer fiestas en mi casa, ir a cualquier sitio repleto de gente. No tenía tantos amigos de verdad, la mayoría era conocidos con los que no habré hablado más de tres veces. Era muy distinto a lo que soy ahora.

George recuerda lo que le dijo Sapnap sobre lo mucho que había cambiado Dream, y aunque el ya lo sabía, eso solo logra confirmarlo más.

—Pero después yo salí con Fundy. Él era el chico perfecto, todo el tiempo que salimos desde el principio hasta el fin lo fue. Era super cariñoso, atento, detallista, protector, atractivo... Todo lo que deseaba en alguien. De verdad te juro que estaba enamorado, pero muy enamorado. Sentía que era mi alma gemela o el amor de mi vida. Nunca me trató mal, nunca me lastimó, nunca discutíamos. No fue hasta el incidente de la cuenta de confesiones cuando todo se fue abajo. No entendía ni por qué lo había hecho. Incluso a las personajes que consideraba amigos en ese entonces se burlaron de mí. Dejé de hablar con muchos y eliminé de mi vida a muchos otros. Empecé a ser más selectivo aunque llegó un punto donde sentí que no tenía a nadie. Sentí que todos me usaban. Evitaba todo contacto social. Dejé de ir a fiestas por un tiempo. Fui a terapia unos meses y empezó a mejorar todo un poco.

—Me alegra que haya mejorado.

—Pero ahora otra vez está todo mal. Y ya no sé qué hacer. Ellos me odian.

—No te odian. Tal vez solo están molestos por lo que creen que hiciste. En cuanto sepan la verdad, ya no estarán molestos. Confía en mí, ¿puedes?

George le extiende la mano.

—¿Cómo estás tan seguro de que será así?

—Porque ellos te quieren.

—No lo hacen.

—Claro que sí.

El timbre que indica el fin del receso suena y George sigue con la mano extendida.

—Confío en ti, George —dice tomando su mano.

...

Al salir de clases ambos se encuentran para ir juntos. Sabe que probablemente Sapnap se vaya con Karl, así que no se preocupa por eso.

—¿Quieres ir en autobús? —le pregunta George.

—Nunca he subido a uno.

—Yo he ido varias veces, pero solo con Sapnap y la vez que fui solo para ir a tu casa. Pero creo que ya aprendí.

Dream termina aceptando y agradecen que no está lleno. Se sientan uno al lado del otro y por un momento se quedan dormidos cuando escuchan a alguien gritar.

—Amigos, por favor, escúchenme. Hace tres días salí de la cárcel. Hoy en día soy un hombre nuevo. Podría robarles, matarlos o llevarme a sus hijos.

—¿Ese no es Quackity? —le pregunta Dream a George en voz baja.

—¡Que me escuchen dije, hijos de la verga!

—Como les decía. Podría robarles, matarlos o llevarme a sus hijos. Pero les he venido a ofrecer unos ricos caramelos. Voy a pasar asiento por asiento. Por favor, colaboren. Mi viejita tiene cáncer y el tratamiento está muy caro.

Ven a Quackity pasar asiento por asiento apuntándoles con la pistola a todos hasta que llega a su lugar.

—¿Y ustedes qué hacen por aquí? —les pregunta Quackity—. ¿Dónde están los otros?

—Discutieron —le dijo George.

—Malditos perros. Vengan conmigo. Mi viejita va a hacer tacos.

—¿No tenía cáncer? —pregunta Dream.

—Es que me dio dinero para las tortillas, pero lo gasté apostando. Entonces tocó vender caramelos. ¿Van a venir o qué? —les pregunta Quackity con la pistola en mano.

Los otros dos se miran asustados y asienten con la cabeza.

—¡Aquí no más, patrón! —grita Quackity, y los tres bajan del autobús—. Bien, solo dejen que compre las tortillas y vamos a mi casa.

...

Quackity les presenta a toda su familia que vivía con él, incluyendo sus primos, tíos, sus abuelos y su mamá. Todos son muy parecidos a él y aunque al principio les da miedo, agarran confianza rápido por lo amable que son.

Los invitan a almorzar y agradecen el gesto.

George nota que Dream está llorando y se preocupa que otra vez esté pensando en que va a quedarse solo.

—¿Estás bien?

—Quackity dijo que no picaba, pero si pica.

—¡Que no pica!

...

ANDO EN STREAM. SI NO ENTRAN MATO AL QUACKITY DE LA HISTORIA.

Just a kiss [Dreamnotfound]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora