Just a kiss [Dreamnotfound]

12

Una vez están lo suficientemente lejos para que no les escuchen, George le habla.

—Recuerdas lo que pasó en tu fiesta, ¿no?

Dream asintió con la cabeza avergonzado de sí mismo.

—Bien —dice George metiéndose las manos a los bolsillos.

Otro silencio.

—Lo lamento —dice Dream—. Lamento tanto. Te juro que no te veo con esas intenciones. Estaba completamente fuera de mí.

—Está bien. Yo también te besé sin siquiera preguntártelo y sin ser nada. Al menos paraste cuando te lo dije. En realidad quería hablar de otra cosa. Solo quiero preguntarte una cosa. ¿Crees que algún día lo nuestro podría funcionar? Sé sincero, por favor.

Empezó a recordar lo que le había dicho Karl. Podían darse la oportunidad de conocerse. Podía darse cuenta de la verdadera persona que era George y viceversa. Ahí decidiría si George era el indicado y no solo un chico más al que deseaba besar.

—Sí, algún día —respondió, y vio como la sonrisa de George se hacía más grande—. Tal vez no hoy, ni mañana, ni la semana que viene, ni en unos meses. Pero creo que algún día me de cuenta que eras la persona con la que quiero pasar el resto de mis días.

—¿A cuántas personas les has dicho eso?

—¿Quieres que te diga lo que quieres escuchar o la verdad?

—Primero lo que quiero escuchar.

—Una.

—¿Y de verdad?

—Una. Solo a ti.

...

—Me das miedo —le dijo Sapnap—. Te ves muy feliz.

George se empezó a reír como desquiciado y bailar como si estuviera loco, que Sapnap tuvo que retroceder lentamente por si se le ocurría hacer alguna locura.

No recordaba la última vez que había visto a su amigo tan feliz. Ni siquiera cuando hablaba lo mucho que le encantaba Dream estaba tan feliz. Algo raro había pasado.

—¿Dream tiene la culpa de que estés... así?

—Puede ser.

—¿Entonces... ya están saliendo?

—No —George dejó de bailar y se le quedó mirando a Sapnap—, pero dijo que tal vez algún día y que sería para siempre. ¿Entiendes eso? —empezó a brincar otra vez de alegría—. ¿Acaso no suena muy lindo "para siempre"?

—Suena muy prometedor. ¿Y ahora qué harás?

—¡No tengo la menor idea!

Entre más lo piensa su estado de ánimo cambia de una extrema alegría a uno melancólico, pasando por uno frustrado, confundido y paranoico. ¿Qué pasaba si al final Dream se daba cuenta que no era lo que él creía? ¿Y si en verdad ese día nunca llegaba? ¿O qué pasaría si algún día lo intentan, pero ese para siempre no existe?

Cada vez está más aterrado. No ha pasado ni un día desde que Dream se lo ha dicho y siente que el tiempo pasa muy lento y a la vez muy rápido.

Dream

¿George?

¿Quién eres?