El Pinche Depredador.

Capítulo 23

- ¿"Adrede"?.- Preguntó frunciendo el ceño por aquel nombre.

- Sí. Es un planeta tan peligroso y rudo tanto con seres extranjeros cómo habitantes del mismo qué hay qué tener mucho cuidado y tener buen arsenal para poder sobrevivir a su feroz fauna y flora.- me explica Sed'Ka detrás mío.

.... definitivamente lo están enviando a su muerte segura.

- Debo suponer qué ustedes tienen ése buen arsenal ¿Cierto?.- el elder asiente con suficiencia.

- Pero no mandamos a ninguno de nosotros a ése planeta. Sólo a los mala sangre qué quieren redimirse.- asiento con la cabeza comprendiendo más o menos.

- y ¿Alguno de ellos volvió con vida?.- dudaba realmente de ello con la descripción que me dieron.

- Ninguno.- respondió Sed'Ka detrás mío.

Sentí mí corazón estrujarse un poco en mí pecho por ello. ¿Por qué me preocupo por el? Sí me trató muy mal al principio, debería dejarlo irse a conocer a su creador, total salgo beneficiada yo sí el muere.

- Okey.- respondo demostrando sin darle demasiada importancia por lo qué dijeron.

No sabía cómo reaccionaron porque usaban máscaras, pero la expresión del Elder pasó de sorprendido a desinteresado.

- Bien. Encierren al mala sangre y a la Ooman para qué pasen un último tiempo juntos.- ordena autoritario.

Los que tenían sujetos a Uxmal, lo enpujaron sin delicadeza hacía dicha zona.

- Llegas a ponerme una sola de tus garras en mí hombro y te juro por mí madrecita santa qué tus bolas quedarán imposibilitadas de poder procrear.- Le advierto a Sed'Ka dejandolo con su mano congelada en el aire.- Yo puedo caminar sola.- escupo seria siguiendo a los qué tienen a Uxmal.

Los sigo con Sed'Ka detrás mío a una distancia segura para el hasta llegar a una compuerta qué se abre al sentir la presencia de los depredadores frente a ella. Lanzan con rabia a bicho feo dentro y oyo un fuerte: "¡PUM!" Junto a un gruñido nada contento.

- Qué lindo. Ahora voy a tener qué lidiar con un bicho feo molestó gracias a su brusquedad.- les gruño a los guardias cuando pasé al lado de ellos.

Ellos no dijeron nada y simplemente cerraron las puertas dejandonos encerrados aquí. Inspeccionó a detalle a mí alrededor, no había grandes cosas. Paredes de un extraño metal con un piso malditamente frío y tampoco hay absolutamente nada. Literalmente está vacío, a excepción de bicho feo y yo.

No creo qué éste tan vacío, no había una ventanilla en la compuerta así que cálculo qué tienen una especie de mini camara con micrófono para monitorearnos.

Me siento en una esquina con las piernas estiradas y las manos en mí regazo. Hubieron cómo 5 minutos de completó silencio.

- Me quieres muerto ¿Verdad?.- habló con la espalda recostada por la pared.

- No. Sí te quisiera muerto, no hubiera esperado a qué alguien más te enviará a tu muerte.- Contestó sin mirarlo estando más entretenida en arruinarme la vista viendo el foco en el techo de nuestra cárcel temporal.

Escuché una pequeña risita grabe por parte de Uxmal.

- Nos parecemos más de lo qué parece.- frunci el ceño.

- Mientes. Yo no me parezco en nada a ti.- Contestó cortante.- Yo no trataría tan mal a mí pareja.- agregó haciendo notar mí disgusto.

- Nunca te trate mal.- gruñe fastidiado.