Capítulo XXII

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—¿Que es lo que quieres?—pregunto Jaden serio girándose para verla.
—Jaden, sabes que yo nunca te pondría los cuernos, por dios, ¿Cómo lo haría? Si eres un amor de persona, Jad, va, lo siento si te has confundido...—hablo Lara algo triste.
—No tienes que perdonar nada, Lara, yo me he confundido, lo siento muchísimo, de verás...—dijo perdonando a la menor y dándole un gran abrazo inesperado. Lara lo aceptó con una gran sonrisa y con un sonrojó leve.
—Pero, —susurro él apartándose un poco—¿Tú me quieres?
—¡CLARO JADEN! O sea, vaya, pregunta más tonta—contesto ella separándose del todo dando un bote por la pregunta—. Es que ¿Eres tonto o te lo haces? Nunca jugaría con tus sentimientos.

Jaden sonrió por tal comentario y la volvió a abrazar dándole un beso en la mejilla. Lara le dijo que se iba con Jayla a dar un paseo por el centro de la ciudad. Jaden dijo que vale, que se quedaba en casa. Lara se cambió poniéndose unos tejanos negros cortos con una camiseta lila de One Piece con unas Vans bajas clásicas. Salió con Jayla a dar un paseo por el centro, que habían puesto una tienda nueva, un Bershka, así que querían entrar para ver si estaba ropa que les gustase.

—¿Te gusta esta?—dijo Jayla señalando a un jersey blanco con cuello alto, que le parecía mono.
—Para ti sí, sabes que ese estilo a mí no me gusta, Jayla—opino la menor. Se fijó en una camiseta, la agarró y se la enseñó a Jayla. Era una camiseta de color negro muy bonita, no sabría describirla—¿A ti te gusta esta?
—Si, me encanta—dijo con una sonrisa y se agarró una para ella. Entraron a los vestuarios riendo. Se las probaron y se quedaron 5 camisetas de 12 que entraron a los vestuarios.
—Te regalo esto—dijo con una gran sonrisa Jayla sacando su móvil para pagar.
—No quiero discutir, así que solo te diré que muchísimas gracias, Jayla—sonrio feliz Lara poniendo en el mostrador sus 2 camisetas. Pagaron todo, que costó más o menos 50 dólares y volvieron a casa. De camino Lara interrumpió a Jayla en la conversación que estaban teniendo.
—Jayla, creo que quiero hacer Vóley—declaro Lara. Jayla sonrió y empezó a dar pequeños saltos de alegría.
—¡Te llevo mañana! ¡Te lo juro! ¡Voy a pedir cita en donde yo estuve!—dijo sacando su móvil superfeliz—¡En casa me lo cuentas TODO!

Llamo a la agencia de Atlanta para pedir cita para al día siguiente. Al final fue para el día siguiente a las 17:30, y le pondrían una Beca a Lara por Jayla, por haber estado allí.

7 de octubre, 5:40

Lara se despertó abriendo los ojos lentamente. Miro la hora y al ver que eran las 5:43, decidió darse una ducha rápida y se puso su ropa. La camiseta que se compró el día anterior con los tejanos cortos, medias negras y unas converse altas negras. Bajo las escaleras y vio a Jaden en el sofá acurrucado.

—¿Jad? ¿Qué te pasa?—dijo moviéndolo un poco. Al ver que estaba medio dormido con un termómetro en su axila y un trapo frío en la frente se sorprendió—¿Jad? ¿Qué te ocurre?
—Lara no te preocupes.

Lara se giró de inmediato. Vio a Jessica preparándole un té caliente, al fijarse era manzanilla. Su madre se acercó y ayudó a Jaden a incorporarse para que bebiese.

—Jaden tiene un 38 de temperatura, está malo con vómitos y le sangra la nariz mucho, que eso ya es normal, ya que últimamente es propenso a sangrar por la nariz—contesto Jessica dándole poco a poco la manzanilla—. Hoy te vas sola al instituto, Dj se levantará en unos 10 minutos, él te llevará en coche, porque no llegas en autobús.

Lara sonrió y fue a la cocina. Vio que su desayuno estaba preparado. Era unas galletas con un batido de chocolate. Se lo tomó todo y subió arriba a por su mochila negra y bajo rápidamente las escaleras. Vio a Dj preparado con su mochila de boxeo, ese día hacía boxeo, Javon iba muchísimo más tarde, a las 18:30, más o menos.

—Os quiero, vendré para comer—dijo Dj besando a su esposa—. Larus, vamos.
—¡Voy!—respondió metiéndose su móvil con los auriculares en la mochila. Agarró una manzana y la mordió. Corrió a Jaden y le dio un tierno beso en la frente—. Recupérate, Musculitos.
—Disfruta el día sin mí, Nena—dijo sonriéndole cómo podía y Lara sonrió.

Dj y ella salieron de la casa y se dirigieron hasta su coche, el coche de Dj, bueno, más bien, el de toda la familia. Él se puso de piloto y ella de copiloto. La llevo al instituto, que llegaron a las 7:55, 10 minutos para que empezasen las clases.

—Hola, Lara, ¿Qué tal?—saludo Paula a Lara pasando uno de sus brazos por sus hombros—. ¿Ves a ese chico?—Lara asintió—Es guapísimo, tío. 

—Pero, ¿Tú no estabas con Kay?
—Qué va, es un lío que tenemos a veces, no lo quiero. Quiero a ese tío.
—Flipo contigo, me caes bien—dijo riendo la menor.
—¿Tienes 14, no?
—Tengo 15, en casi un mes cumplo 16.
—¡Qué pequeña!
—¿Cuántos tienes tú?
—17, casi 18.
—¡HAY UN DINOSAURIO! ¡ES TUTANKAMÓN!

Ambas rieron y cada una entró a su clase. Lara se sentó en su sitio, miró a su lado derecho y se imaginó a Denna haciendo una tontería. Ella sonrió con tristeza y saco su libro para leer mientras lo que quedaba para empezar la clase. Al terminar el horario del instituto, llamo a Dj para que viniese y, en cambio, fue Jayla. La recogió y se dirigieron hasta un McDonald's.

—Te llevo aquí, para estar más cerca del Voley. Pide, me comeré lo mismo—aclaro Jayla delante de una pantalla para pedir.

Al pedir fue Jayla a buscarlo y Lara busco sitio para sentarse. Al encontrarlo justamente, Jayla apareció, la siguió con la mirada durante todo el rato que buscaba sitio. Se sentaron tranquilamente y se repartieron cada una su comida.

—¿Jaden está mejor?—pregunto Lara agarrando su hamburguesa.

—Bueno, sí, pero ese golpe de nada de la fiebre es raro...—contesto Jayla con comida en la boca.
—Creo que es porque estuvo fuera ayer mucho rato DESCALZO—dijo Lara marcando con la voz la palabra Descalzo.

Comieron muy bien y Jayla pago todo porque le invitaba y porque Lara no había llevado dinero.

Somebody like you... - Jaden Walton ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora