Este será el último, pensó antes de ponerse de pie.
Le dio un vistazo final a la gran cantidad de tulipanes ubicados en el patio trasero, entró a la casa para despedirse de su tía y retomó su camino al valle.
Veinte minutos después, ya se encontraba en la colina que llevaba a su destino, pasando su mirada entre la bonita vista que proporcionaba la naturaleza y las flores que llevaba en sus manos.
Solo quería dejarlas para él, que el viento las hiciera volar a donde quisiera, como siempre decía Hongjoong al soltarlas.
Se acercó lentamente y con cuidado a la altura del barranco, como hacía con su hermano, y se agachó para dejar las flores en honor a él.
Pero de nuevo algo le había sorprendido. Esta vez su reacción no fue tan mala como la del día anterior. Se enderezó sin soltar los tulipanes y observando a la persona que estaba abajo, en el césped.
No supo si solo fue su imaginación o de verdad el chico sollozaba. Al estar de espaldas a él, no pudo tener certeza de ello. Torció la boca ante la inesperada y hasta incómoda situación, sin saber qué hacer. No podía hablarle como si nada, pero tampoco quería hacerse el tonto.
Algo pasó revoloteando muy cerca de sus manos, casi sobre las flores, y sin pensarlo retrocedió un paso.
Era una mariposa blanca, inofensiva, y al percatarse de eso, un recuerdo se insertó en su mente.
Hongjoong las amaba. Desde aquel día que Yeosang aún recordaba, aunque de forma borrosa y fragmentada.
Eran pequeños, vivían en otra ciudad, y estaban en el parque cuando su hermano vio una mariposa revoloteando cerca y comenzó a perseguirla con una gran sonrisa. Él y otro niño desconocido se unieron a su inocente juego hasta que Hongjoong se cansó de correr.
Tomarlo como una señal fue lo que hizo. Sin pensarlo más, arrancó los pétalos y los lanzó con fuerza para que el chico pudiera notarlos.
Una lágrima rodaba por su mejilla. Sacó los últimos pétalos amarillos que pudo con rapidez, repitió lo anterior y se alejó hasta esconderse detrás de un árbol.
No tuvo la oportunidad de ver su reacción, pero esperaba con ansias y cautela que subiera.
Sucedió justo lo que deseaba e hizo un esfuerzo para ver quién era. Podía jurar que era el chico que vio dos días antes en la tienda.
—¿Hay alguien más aquí?
Se ocultó más después de escucharlo, sin intenciones de responderle; tampoco lo hizo la segunda vez que gritó lo mismo.
Pendiente de los pasos que alejaban al pelinegro por el camino de tierra, salió a la luz del sol que ya estaba apagándose.
Se estaba haciendo tarde, debía irse también.
Siguió el mismo camino que el casi desconocido cuando este ya se encontraba lejos, pues esperó un momento para evitar ser descubierto, y tomó su celular. Buscó a Jongho en sus chats.
Oyeeee, estaba aquí de nuevo
19:37O.o
19:39Jonghito
Qué
19:39Te vio?
19:39No, menos mal
19:39Jongho estaba escribiendo, pero se detuvo sin enviar nada y se desconectó.
El rubio frunció el ceño. No le dio demasiada importancia y guardó el celular. Pensó que sería mejor idea hablar con él en persona, por lo que avanzó a pasos rápidos, casi corriendo, hasta llegar a la tienda.
Abrió la puerta y no supo cómo reaccionar ante la persona que tenía enfrente.
Él otra vez. Ese chico volvía a cruzarse en su camino y se vieron mutuamente.
—Hola —dijo el pelinegro, y vio una pequeña pero sincera sonrisa en él.
Repitió la misma palabra sin esforzarse por mostrar expresión alguna y sin disimular que hacía un análisis rápido de su rostro.
La tristeza se marcaba en él de una forma que no podía descifrar y los sollozos que escuchó antes estaban coloreados en el contorno de sus ojos.
Se preguntaba qué hizo al ver los pétalos danzando en descenso sobre su cabeza.
La diminuta elevación de sus comisuras desapareció de un momento a otro y Yeosang seguía sin saber qué hacer. Agradeció que la tos forzada de Jongho lo sacara de su trance. De inmediato pasó al lado del pelinegro para no verse como un tonto ni un segundo más.
Oyó la puerta cerrarse antes de sentarse cerca del castaño. Esta vez no quiso poner atención a cómo se alejaba.
—Es él —dijo sin más.
—¿De qué hablas? —preguntó Jongho—. ¿Y por qué me escribiste, si ya estabas llegando?
—Por él. La persona que vi ayer y acabo de ver en ese lugar… es él. Y vio las flores que llevaba para mi hermano.
No quiso contarle toda la verdad, no en ese momento.
El silencio se mantuvo un minuto.
—¿Estás seguro de que no te vio? ¿Qué harás si vuelves a encontrarlo ahí?
Yeosang pensó en eso último muy concentrado, sin llegar a una conclusión determinada. La pregunta se plantó de raíz en su cabeza, sin poder sacarla ni con el paso de las horas.
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hola !! llevaba mucho tiempo sin actualizar por simple falta de motivación pero ya estoy de vuelta. espero que tengan un día muy lindo y muchas gracias por leer <3
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petals ─ seongsang
Fanfictionseonghwa descubrió el lugar perfecto para reflexionar; yeosang encontró a la persona perfecta para arrojar sus pétalos. ↣ capítulos cortos ↣ inspirado en el video jumpsuit - tøp ↣ portada hecha por @hwainbow ♡ ⠀⠀⠀⠀✧️ inicio: 12.09.22